viernes, septiembre 16, 2016

En defensa de la verdad. Sobre la polémica de los Premios Mundo de Mundo Obrero.

Madrid, a 16 de septiembre de 2016. 

Dicen que en las guerras la verdad es la primera víctima, de eso sabe y mucho Olga Rodríguez, que ha seguido los conflictos armados sobre el terreno y se ha jugado la vida por dar una  información independiente, con voz propia y que por la concesión del premio de Mundo Obrero a su labor como periodista se ha visto envuelta en una polémica por parte de una minoría en el ámbito del PCE sobre la base de la manipulación, la mentira y la simpleza.  Por lo que este director y no solo, sino que una importante parte de la dirección del partido siente vergüenza por estas actitudes, por lo que públicamente le pido disculpas.  

En el anterior post expliqué someramente los motivos de la concesión del premio, que igual no los desarrollé lo suficiente creyendo que no era necesario ante la evidencia de las razones y de lo escrito por ella misma en torno al tema que ha producido un ataque gratuito, desaforado y sobre unas bases que no se corresponden con la realidad, puesto que cualquier persona que siga a Olga en sus crónicas y opiniones puede ver con sinceridad que las acusaciones que se le hacen obedecen a la manipulación del peor de los estilos.

Adjunto enlace a su página de Facebook para quien de verdad quiera interesarse por su trabajo https://www.facebook.com/profile.php?id=1201592004, en vez de rebuscar alguna foto –que no fija su posición- para justificar toda esta campaña contra ella, pueda tener una información veraz, porque parafraseando un dicho “la ignorancia se quita leyendo y el sectarismo dialogando”.

En el anterior post, aclaré que los premios son de Mundo Obrero y quise remarcar la pluralidad de los mismos, haciendo alusión a las posiciones que determinadas personas, que no cuestionamos, han mantenido sobre algunos temas, por ejemplo Cuba o sobre tal o cual dirigente. No tenemos por qué estar al 100 por 100 con las opiniones de los premiados, como no lo estamos con quien escribe por ejemplo en MO y no aplicamos la censura, como ha dejado dicho Julio Anguita en este número de septiembre.

Se quiere llevar a Olga a una posición que nunca ha estado, cuando fue de las primeras en avisar de las operaciones en Siria y otros países y de que allí había ya elementos yihadistas. Ha condenado las intervenciones militares en estos y otros países, lo que posiblemente, cuando no con seguridad, le ha costado no ser contratada y en su caso vetada por medios de comunicación. Su presencia sobre el terreno ha puesto en peligro su integridad física. Ha informado de las llamadas primaveras árabes desde la perspectiva del pueblo y se ha significado por su trabajo en la información internacional, mantiene una posición de defensa de los intereses de la mayoría social frente a las políticas del neoliberalismo y se ha caracterizado por estar con la gente que sufre los efectos de estas políticas.   

Este premio es por su trabajo en la información de la crisis de los refugiados, por esa información independiente en los temas internacionales y por la cercanía al pueblo en la información de los procesos árabes. Declararla Otanista y otras lindezas es simplemente una burda manipulación. Es un referente en el ámbito de la comunicación y por todo eso este director ha creído y propuesto que debería serle reconocido su trabajo.

Vuelvo a reiterar las disculpas a Olga por verse envuelta en esta polémica y sobre todo por determinadas formas, de las que siempre he abominado en política, sobre todo entre camaradas ¿Pero cómo es  posible que quien en su familia tiene desaparecidos que militaban en el PC sea tratada de tal forma? ¿Dónde ha quedado para estas personas aquello que decíamos de nuestra fiesta de “espacio de libertad? ¿Dónde han quedado las enseñanzas de Dolores y Pepe Díaz? ¿Dónde ha quedado lo de hacer política en tiempo real? ¿Qué es esta práctica de nueva inquisición?


Desde el PCE no compartimos estas formas de Macartismo y nos hemos mostrado en contra de ellas, quiero con este escrito mostrar mi solidaridad para con ella, esperando que seamos más para que triunfe la sensatez.   

martes, septiembre 13, 2016

Los premios Mundo Obrero y la Fiesta del PCE, la controversia con una de las premiadas



Ginés Fernández González. Director de Mundo Obrero. 

Mundo Obrero hará entrega de sus primeros premios en la fiesta del PCE de este año, se culmina así, un  proyecto en el que se ha trabajado durante un año y que el pasado no se puedo realizar por la larga campaña electoral, con estos premios MO pretende reconocer el trabajo de personas, instituciones u organizaciones y que esa acción conecte con el ideario del periódico. 

Desde la dirección de MO hemos entendido que la Fiesta del PCE es un espacio inmejorable para realizar este acto, el acto en la medida que es el acto político, cultural y social más importante que el partido organiza con una gran movilización de militantes, simpatizantes y amigos, es por ello que es el momento adecuado para que el activo del partido pueda participar en el acto de entrega de los premios, pero no son los premios del PCE

Los premios Mundo Obrero nacen con el objetivo de reconocer a personas, organizaciones, colectivos, instituciones, estados, etc., que en el marco del periodo del curso político hayan  realizado una acción, propuesta, iniciativa, trayectoria, trabajo concreto, idea y otras actuaciones coincidentes con los valores de libertad, paz, solidaridad, igualdad, compromiso con la mayoría social y la clase trabajadora y contra los poderes neoliberales en la construcción de un sociedad alternativa al capitalismo y por el socialismo.

La propuesta de los premios de este año se ha realizado desde la dirección del periódico en base a cuatro categorías o ámbitos de acción y una mención especial, para estos primeros premios se han concretado en las siguientes personas y organizaciones: en el ámbito social, el Movimiento Democrático de Mujeres, por su lucha contra la prostitución, la trata de personas, la defensa del feminismo de clase, por su labor de concienciación social y de convergencia social y política contra el patriarcado capitalista. En el ámbito político, al pueblo cubano, en la persona del Presidente del Consejo de Estado, Raúl Castro, por la constancia en la defensa de la revolución que ha sido es faro de otros procesos en América Latina y mundo, así como las extraordinarias muestras de solidaridad internacional realizadas en todas las zonas del mundo. En el ámbito de la comunicación, a Olga Rodríguez, por su trabajo de información independiente en la crisis de los refugiados, por el ejemplo que con su trabajo demuestra cada día que hay otra forma de informar más cercana a la sociedad y hacer a las personas actores importantes en sus crónicas. En el ámbito de la cultura, a Lucia Socam, por su trabajo cultural y musical en recordar los valores republicanos, la memoria histórica y su compromiso con el socialismo en sus canciones, así como su compromiso con las personas que sufren los efectos de las políticas del capitalismo. Y la mención especial, a  Sol Sánchez por su magnífico trabajo en Unidad Popular y su dignidad personal y política, su labor constante y firme en la defensa de los intereses de las capas populares que sufren los efectos de esta crisis que no han creado. 

Tras la publicación del programa se ha generado una controversia por parte de una minoría en las redes sociales por el premio en comunicación a Olga Rodríguez, lo primero que hay que decir y que marca el perfil desatinado de la controversia es que estos no son los premios del PCE, son los premios de la publicación Mundo Obrero, identificar a estos premios con el PCE tiene mucho que ver, a mi juicio, con el proceso pre congresual que estamos vivimos en el partido.

Otra cuestión es el carácter de los premios, son a un trabajo concreto, acción o propuesta que se haya realizado durante el curso político de un año, y desde el punto de vista del trabajo en comunicación, como en los otros, desde la dirección de MO consideramos que el trabajo de Olga Rodríguez en cuanto a la información sobre la crisis de los refugiados y la forma de informar sobre el terreno de las zonas en conflicto merece el reconocimiento por parte de ese periódico.

No es objetivo de los premios las posiciones ideológicas u opiniones que en un determinado momento hayan protagonizado alguno de los premiados, en este caso sería muy complicado reconocer el trabajo de muchas y muchos porque en un momento se hayan posicionado de forma diferente a lo que algunos pensamos, en este caso, tampoco estoy de acuerdo con todos y todos/as los que escriben en MO y no pido que se les censure, como tampoco pido que se le quite el Premio Nobel a Saramago por sus críticas a Cuba. 

Cinco son las personas y organizaciones premiadas, en la controversia se han centrado en Olga, pero me pregunto ¿con que gafas han mirado la información? ¿No merece la pena reconocer el trabajo del MDM, de Lucia Socam, de Sol Sánchez o del pueblo Cubano? ¿Es tan nimio el reconocimiento que estas personas hacen de estas compañeras, al MDM y del pueblo cubano? ¿Acaso no merece una mención que MO, el periódico del PCE premie al pueblo cubano en la figura de Raúl Castro?

El partido ha aprobado intervenir directamente en las confluencias, siguiendo esta visión estrecha primero pediremos el pedigrí de sangre para acercarnos. Ya lo decía Lenin, el izquierdismo es la enfermedad infantil del comunismo. 

Por último, si alguien con esta campaña de desprestigio quiere situar al partido en alguna posición concreta respecto a la situación en Siria, les recomiendo que sigan leyendo el programa y verán que estará con nosotros el embajador de Siria.

viernes, septiembre 02, 2016

22M 2014 versus 01S 2016.

A KontraKorriente 02/09/2016

La oposición venezolana al presidente Nicolás Maduro convocó para el día de ayer (1 de septiembre) una manifestación en Caracas para pedir la fecha del revocatorio y con el objetivo de sumar a la convocatoria a un millón de personas, según los convocantes a esta manifestación.  Los medios de comunicación de carácter conservador y algunos que se declaran “independientes” o “progresistas” le dan tratamiento de importante información nacional.

Hoy, estos mismos medios dan información de la marcha pero la mayoría evita cuantificar la asistencia, dicen que cientos de miles pero no llegan al millón objetivo de la oposición venezolana. Esto es un fracaso de la convocatoria que ha tenido el apoyo de los medios de comunicación internaciones y un precalentamiento del ambiente desde EE.UU.

El interés y el tratamiento dado a estas y otras manifestaciones de la llamada oposición venezolana, se contrapone con el dado a la Marcha de la Dignidad realizada en España el 22 de marzo de 2014, en la que si hubo un millón de manifestantes según cuantificaron algunos medios de comunicación. El tratamiento también fue tendencioso, así la violencia ejercida por las fuerzas de seguridad contra los manifestantes fue tratada como actos vandálicos de los manifestantes, en contra , guardan silencio con la violencia de las guarimbas y la provocada por los manifestantes en Caracas es tratada como acción de violencia del estado del gobierno de Maduro.

Cabe una reflexión y una pregunta ¿a qué intereses defiende determinados medios españoles?, según esta reflexión a los intereses ideológicamente conservadores y económicamente de las grandes transnacionales, a la vez que una clara complicidad con el imperio. En todo caso, no parece que defiendan los intereses de las clases populares y de la mayoría social de nuestro país, algo que debería hacernos pensar de como “bebemos” la información que estos medios nos trasmiten.


jueves, septiembre 01, 2016

Unid@s Podemos derrotar al PP.

De mes en mes/junio 2016.
Mundo Obrero. 

Dice una candidata de IU en la coalición de Unidos Podemos -de modo gráfico- que sólo con la pegada de carteles nos hemos puesto a tres puntos del PP. Ella y nosotros sabemos que eso no es así y que el proceso viene de mucho más atrás; queda claro que, sin IU no es posible un verdadero proceso de cambio y transformación política y social en este país, la tendencia social así lo demuestra.

Estamos en medio de una tormenta perfecta para que el sueño de la mayoría social de este país sea posible: derrotar al PP y a las fuerzas que plantean seguir las políticas de la troica, esto es, una confluencia electoral que se conforma como coalición en torno al programa denominado “50 pasos para gobernar juntos” . Cada una de las formaciones políticas que integran la coalición mantiene su programa, el programa con el que se presentó a las elecciones del día 20 de diciembre. Unidad en lo político, que más allá de las propias organizaciones, ilusiona a la mayoría social trabajadora que sufre los efectos de las políticas de recortes y de sufrimiento viendo en este acuerdo la posibilidad de que su vida cambie y mejore. Un candidato, Alberto Garzón, Coordinador Federal de IU, que sigue siendo el político más valorado en las encuestas -incluso por encima del candidato a la presidencia del gobierno de la coalición Unidos Podemos-, un elenco de líderes y candidatos que representan a esa mayoría social que sufre la crisis porque forman parte de ella e incorporan el sentimiento y el acervo de quienes esperan tener una vida digna. 

A la vez, una situación social en la que amplias capas de la sociedad reclaman vivir de manera digna y para ello es necesario desplazar del poder y de las instituciones a los que siguen los dictados de unas instituciones no elegidas democráticamente y buscan la acumulación de riqueza por desposesión de derechos y libertades a las clases populares. Ante esta situación no cabe otra posición por nuestra parte que ponernos manos a la obra y empujar en la dirección que nos marca la mayoría social.

Los sondeos marcan la tendencia –favorable a la coalición- pero también dicen que estas elecciones se juegan por un estrecho margen, en la abstención tanto de votantes anteriores que tienen duda de si votar ahora a Unidos Podemos y los que no saben si irán a votar. Aunque sea una frase manida, es un momento histórico ¿Cuándo habíamos soñado que una opción política en la que está IU y el PCE iba a estar a tres puntos del PP? ¿Cuándo el tan anhelado momento político en el que superamos al PSOE soñamos que podía estar tan cerca? Es por ello que este momento para la clase trabajadora, para las clases populares, no es un momento de duda. Es cierto que el programa de los 50 puntos no contempla los máximos de los programas de IU, ni del PCE, pero en el marco de las confluencias debemos acordar con otros y encontrar puntos comunes. Siendo objetivos, es un paso importante en la consecución de luchas de muchos años y en la recuperación de derechos robados a los trabajadores y trabajadoras.

Hemos ido construyendo un discurso y una teoría sobre el Bloque Social y Político que ponemos en práctica primero en UP y ahora en Unid@s Podemos, a la vez que formamos parte de movimientos de lucha y confluencias sociales conscientes de que el cambio que necesita este país, que la construcción del nuevo país que proponemos, no será solo desde las instituciones sino que tendrá en la participación, en la movilización en las calles, el mejor aliado porque nuestra propuesta no es un cambio cosmético, es un cambio de calado.

Todos y todas Unidas Podemos derrotar a la derecha y a los que hoy ostentan el poder económico y mediático y desmontar el entramado político, social y económico construido en torno a una minoría, para construir un nuevo país en el que las clases populares tengan mucho que decir, un nuevo país en el que la sonrisa vuelva a nuestras vidas.

Confluencias.

De mes en mes/mayo 2016.
Mundo Obrero.

El acuerdo alcanzado entre IU, Podemos y otras fuerzas políticas adquiere el aire de la ilusión y de la esperanza de la mayoría social y de la clase trabajadora de este país, a la vez que el rechazo de las fuerzas reaccionarias y conservadoras. Desde estas páginas hemos defendido y trabajado en coherencia con la política del partido de construcción del bloque social y político, de la acumulación de fuerzas para transformar el país mediante la realización de un proceso constituyente que tenga como prioridad en sus propuestas a las personas, a esa mayoría social que sufre las políticas homicidas de la troika.

Por ello, saludamos la confluencia electoral que con el nombre de Unidos Podemos va a confrontar en las próximas elecciones del 26 de junio con los y las que aplican las políticas de recortes y derechos para seguir acumulando riqueza por expropiación a las clases populares, de ahí su reacción. Tras la consecución del acuerdo electoral entre las fuerzas de izquierda y transformadoras se han ido produciendo ataques -y continuarán durante toda la pre-campaña y la campaña- por parte del postfranquismo al ver amenazada su hegemonía. Posiblemente será la campaña donde el comunismo y las comunistas adquiramos una notoriedad importante desde las campañas del inicio de la transición y es aquí donde las políticas que ha planteado el partido adquieren una importante relevancia contra los ataques para resucitar el franquismo sociológico.

El PCE y los comunistas han hecho más por las libertades y los derechos de las clases trabajadoras que ninguno de los partidos que hoy se presentan a las elecciones, la historia real así lo contempla, no la historia tergiversada y manipulada de los herederos del franquismo asesino. Los logros conseguidos con las luchas, en las que han participado tantas y tantos comunistas, son los que ellos ahora están y quieren definitivamente eliminar, por eso el ataque tan desmesurado contra el PCE, los y las comunistas. 

Desde el PCE hemos defendido una confluencia integradora y en la que la identidad de cada organización esté representada y el modelo jurídico era la coalición, en la que el programa es el que nos une en la acción conjunta sin que ninguno de las componentes tenga que renunciar a sus propuestas. Un modelo que, salvando las distancias, ya existe y que funciona como son las Marchas de la Dignidad, y que en el marco político ya definió el Frente Cívico de Anguita en el documento “Ahora, sin pretextos”. Así tras el intento de hacerlo de otra forma que no contemplaba las características y la pluralidad de la izquierda española, se ha conseguido lo que puede ser el marco de la confluencia del futuro. En este sentido para el PCE ambas confluencias son necesarias, son patas de una misma estrategia para la trasformación social, política y la construcción de un nuevo país.

Este acuerdo ha conseguido -además de poner de los nervios a las fuerzas conservadoras- la ruptura del bloque reformista, tal y como lo hemos teorizado desde el partido y afianzar una posición electoral más avanzada hacia el cambio, a la vez que centrar el eje en esta campaña entre la izquierda como sujeto transformador y de cambio y la derecha como fuerza resistente al cambio a favor de la mayoría social.

Más allá de las dificultades internas que la concreción del acuerdo ha suscitado, vemos la esperanza de las personas que sufren la crisis, que echan de sus casas, que no tienen trabajo, que tienen un salario de miseria y unas condiciones laborales cercanas a la esclavitud, que sufren los recortes de derechos y libertades, de que se puede cambiar y que se puede mejorar en sus condiciones de vida. Todas y todos, fundamentalmente la mayoría social, ha entendido que ambas confluencias son necesarias, son importantes en el proceso de cambios en este país. Una, la social tendrá su prueba el 28 de mayo en las calles, otra, la electoral el 26 de junio en las urnas. 

Organizar la revolución social.

De mes en mes/abril 2016
Mundo Obrero.

Es costumbre dar un periodo de gracia de 100 días en la gestión de las nuevas direcciones, a las nuevas y nuevos dirigentes. Aplicando ese criterio a la nueva composición del Parlamento, a la nueva dirección de este país y tras más de cien días sin haber conseguido aquello para lo que primariamente fueron elegidos, como es la construcción de un nuevo gobierno, los cuatro grandes partidos llamados por las y los electores a dirigir el país están demostrando una profunda incapacidad para entender la voluntad del electorado y por lo tanto están protagonizando un profundo fracaso en la “nueva etapa” tras el 20D.

Hemos teorizado en el partido que la crisis del régimen bipartidista y monárquico se ha traducido en una crisis de gobernabilidad y que los cuatro grandes partidos se han situado en la gestión de este sistema, nada más ver los programas y las actuaciones de sus líderes. Solo Unidad Popular-Izquierda Unida se situaba fuera de este marco político con un programa claramente de izquierdas y alternativo al régimen, de superación y ruptura con el llamado régimen del 78, la apertura de un proceso constituyente y la elaboración de una nueva Constitución que consolide y amplíe los derechos sociales, es decir una Constitución social y republicana frente a la borbónica que han desarrollado los poderes económicos y mediáticos de este país.

Ante esta situación -y en previsión de unas más que probables nuevas elecciones- solo queda avanzar en la propuesta de organizar la revolución social y democrática que anticipara el 15M y que se ha ido construyendo con el impulso de diversos movimientos, entre ellos las Marchas de la Dignidad, que han convocado movilizaciones en todo los territorios y naciones del estado para el día 28 de mayo en reivindicación de pan, trabajo, techo y dignidad. 

En esta columna hemos escrito que el acto de investidura fallido de Pedro Sánchez era el inicio de una larga campaña electoral. No solo lo pensamos nosotros, sino que una mayoría aplastante de la población también lo cree y considera, según las últimas encuestas, que los cuatro grandes deben ceder para posibilitar un gobierno. Estas mismas encuestas valoran positivo el trabajo de UP-IU en cuanto a esta tarea, que se ve favorecida en apoyo social y electoral. La misma mayoría social opina que es importante la pluralidad en el Parlamento frente a las mayorías absolutas y que por lo tanto volvería en mayor o menor medida a dejar tras unas próximas elecciones el Parlamento en una situación más o menos parecida. 

En este marco de coyuntura el PCE celebra la primera fase del XX Congreso del partido, marcado por el debate actual y la necesidad de construir una alternativa social y política en este ciclo, situando las prioridades en la necesidad de la ruptura con el régimen frente a la reforma del mismo significada en la reforma de la Constitución. “La estrategia de ruptura democrática que permita avanzar en políticas sociales, democráticas y antipatriarcales, la clave es convencer a la clase trabajadora, a las capas populares, pequeña burguesía, de que es imprescindible romper con el actual estado de cosas para resolver los problemas concretos que sufre la mayoría de la población”, como manifiesta José Luis Centella en la entrevista que publicamos en este número de Mundo Obrero.

Una segunda cuestión que vamos a abordar en el Congreso es la voluntad de la construcción de una alternativa política y social sobre la base cimentada de la unidad popular con una Izquierda Unida adecuada al momento histórico que sirva para la construcción del Bloque Social y Político con fuerza para producir los cambios y transformaciones que se necesitan en favor de las clases populares y que haga frente a los poderes que verdaderamente han gobernado.

Una tercera cuestión nos sitúa en el marco de esta Europa que no sirve a los intereses de las y los ciudadanos y que ha aprobado tratados para beneficio de una minoría y del aumento de la acumulación de riqueza y capital; que desprecia los Derechos Humanos, como prueba el “acuerdo de la vergüenza” con Turquía para la repatriación de los refugiados que huyen de guerras que hemos provocado o apoyado desde Europa por intereses económicos y el control de sus riquezas. País, Turquía, que vulnera los derechos humanos y reprime la protesta. Recordemos que nuestra camarada Maite Mola, vicepresidenta del Partido de la Izquierda Europea (PIE) está encausada por participar en una manifestación, desde aquí mostramos nuestra solidaridad con ella. Una Unión Europea que utiliza el Euro y las políticas de estabilidad presupuestaria como corsé contra las políticas sociales en beneficio de la mayoría social.

Ésta es para nosotras y nosotros comunistas españoles una cita importante, como importante, en el desarrollo histórico, es la coyuntura que vivimos, donde se está decidiendo si se refunda el régimen o en su caso abordamos tras la indignación primero y la rebelión después, la revolución social y democrática que sobre la base de una propuesta política amplia de izquierdas y transformadora, concrete una alternativa al bipartidismo monárquico, corrupto y antisocial.

La crisis de régimen convertida en crisis de gobernabilidad.

De mes en mes/marzo 2016
Mundo Obrero

En cuatro días el Congreso de los Diputados ha dicho no dos veces al pacto PSOE y Ciudadanos para investir a Pedro Sánchez presidente del Gobierno. Un pacto que ha tenido a movimientos sociales en contra, en la medida que no reflejaba las cuestiones objeto de reivindicación de éstos y que en muchos aspectos era una regresión a lo existente en la actualidad. Ha tenido en contra a los partidos a la izquierda del PSOE (a los partidos que se reclaman del cambio) y al resto de la cámara.

Pedro Sánchez se ha presentado a sabiendas de que no obtendría los apoyos necesarios, pero durante unas semanas sería el centro de atención y que todos hablarían de él y del PSOE como partido responsable frente a un Rajoy y un PP que se hace insumiso de sus obligaciones como partido más votado. Sánchez con esta acción abre el plazo para la consecución de los apoyos con la amenaza de la convocatoria de elecciones generales en (el día 26) junio.

Tras semanas de negociaciones el PSOE se ha decantado por el centro derecha frente a un acuerdo de progreso, un acuerdo que en la misma sesión de investidura se demostró que podía tener más apoyo que el de la mesa a cuatro. Una sesión de investidura que tuvo sus momentos altisonantes y que han dejado alguna dificultad más a las ya expresadas en el proceso. Ahora la pregunta es: ¿dará un giro copernicano el PSOE y retomará las negociaciones en la mesa a cuatro? ¿Romperá el acuerdo con Ciudadanos o lo seguirá manteniendo en una nueva ronda de negociación con la izquierda?

Aunque la respuesta la iremos viendo en los próximos días, todo apunta a unas nuevas elecciones, como declaró Alberto Garzón sobre la sesión de investidura que se parecía más a un acto electoral que a un acto en el Parlamento. Parece que toda la maquinaria electoral está en marcha y el Parlamento es un buen lugar donde iniciarla. 
El debate de investidura ha puesto de manifiesto las tensiones entre los sectores que representan a la oligarquía y el arrinconamiento de Rajoy más allá de su partido. El proceso de refundación puesto en marcha por las oligarquías no cuentan con Rajoy y con este PP, Rivera se ha convertido en el portavoz del poder, lo que demuestra la capacidad de adaptación para seguir manteniendo la tasa de beneficio.

La mayoría social de este país quiere un cambio y desde ese anhelo social, a pesar de todas las incertidumbres, está trabajando UP-IU y sus diputados. El acierto de proponer la mesa a cuatro descolocó tanto a PSOE como a Podemos y situó en el centro de la acción a Unidad Popular-IU y a Alberto Garzón. Una mesa a cuatro que según parece va a dar mucho juego en los próximos días y que esperemos que la ciudadanía sepa compensar como se merece el trabajo de los diputados y de la organización. Ahí se sitúa el marco real de la política en sentarse a hablar y buscar puntos de acuerdo pensando en la mayoría social que sufre la crisis, en identificar los puntos de desacuerdo y buscar también la gestión de la diferencia y no a través de Twitter, como ha dicho Julio Anguita.

No creo que haya nadie que a ciencia cierta sepa lo que va a suceder. Hay apuestas para ver si se convocan elecciones. En todo caso, desde la posición que hoy mantenemos no hay que bajar la guardia, al 26 de junio faltan cuatro meses. Dos de ellos estaremos deshojando la margarita del próximo gobierno y, si no lo hay, los otros dos en dura campaña en todos sus términos. O sea cuatro meses de dinámica electoralista.

En este marco, la prioridad es trabajar para organizar a la mayoría social en torno a la propuesta de un nuevo país, de un proceso constituyente para una nueva constitución. Organizar a las y los que sufren la crisis y en apoyar a los movimientos y colectivos que luchan contra las políticas de recortes de derechos y libertades. Hay que fortalecer a Unidad Popular y hacer valer su programa de transformación con el objetivo de mantener la ilusión con el proyecto de personas y colectivos que se sumaron al llamamiento de un espacio de confluencia desde la izquierda.

Como hemos dicho, el 20D ha dejado una situación nueva y excepcional, si se quiere, donde la inteligencia política juega un papel primordial más allá de la posiciones pasionales. Los ciudadanos reclaman de forma mayoritaria y plural que no gobierne la derecha, que no gobierne Rajoy. Alberto ha convocado la mesa a cuatro para volver a explorar un acuerdo de las fuerzas que se reclaman del cambio, una vez fracasada la aventura de Sánchez con Ciudadanos, con la nueva derecha. Veremos cuáles son las posiciones del resto de partidos en esta nueva fase y si se concreta en la voluntad de acuerdo y en su caso vamos camino de unas nuevas elecciones.

¿Y ahora qué? Difícil la respuesta a esta pregunta. Pero desde nuestro punto de vista, desde nuestros objetivos que no son otros que los de las clases populares, hay que seguir pensando en la mayoría social que sufre la crisis, y a diferencia de otros actores políticos, por encima de posiciones interiorizadas y partidarias, somos diferentes, somos necesarios y necesarias, trabajemos para ello.

Es el tiempo de la gente, no es tiempo de personalismos

De mes en mes/febrero 2016
Mundo Obrero

Los que gobiernan en este país de verdad, el IBEX 35 y los poderes económicos y mediáticos del régimen bipartidista monárquico, pueden estar intuyendo que un gobierno del PP en minoría traería mayor desestabilización social, conflicto y también mayores preocupaciones a los prestamistas y especuladores que llenan sus bolsillos a nuestra costa. Con el fin de mantener su tasa de ganancias, el capitalismo patrio está dispuesto a realizar algunas concesiones y para ello necesita la composición de un gobierno sin este PP; están dispuestos a unos cambios que no cuestionen el régimen pero que puedan dar la suficiente credibilidad al espejismo de la regeneración del sistema, en ello están y harán todo lo posible para que eso sea así. 

En este marco la corrupción se ha cobrado otra pieza, esta vez una del máximo nivel de autoridad en el Partido Popular. Esperanza Aguirre con alevosía y sorpresa, como es propio en ella, ha comunicado su dimisión en el significativo día del 14 de febrero. Como si de un revelador acto de ruptura de relaciones se tratara le manda un claro mensaje a Mariano Rajoy y al Partido Popular: es hora de irnos, de dar un paso atrás, la inundación -según sus propias palabras- de la corrupción hace de este el tiempo de “sacrificios y cesiones”. 

La corrupción ahoga el Partido Popular y acorrala a un Mariano Rajoy incapacitado para gobernar tras los últimos sucesos de corrupción y la pérdida de la mayoría absoluta donde él se mueve a gusto. La pregunta en esta situación de un PP cercado por los escándalos y un pávido candidato a la presidencia del gobierno, es ¿quién está detrás de la dimisión de Esperanza Aguirre como presidenta del PP de Madrid y por qué en este momento en el que se está gestando la composición de un nuevo gobierno y que Rajoy quiere presidir?

En este marco UP-IU está haciendo lo que tiene que hacer, generar con otras fuerzas la posibilidad de desalojar del gobierno a los corruptos y a los que han causado sufrimiento al pueblo. Es una cuestión de salud democrática que el PP abandone el poder y se cree una nueva situación para seguir trabajando por un nuevo país. Para ello hay que ir dando pasos firmes y esos sólo pueden darse con el programa en mano y con la consulta a las bases. La sociedad reclama un cambio y una salida a la actual situación de represión, paro, precariedad y de recortes. En este sentido van los 16 puntos que UP-IU ha presentado para facilitar la investidura, si se diera el caso, a través de una mayoría parlamentaria de Pedro Sánchez, como ha dicho Alberto Garzón. No es para entrar en el gobierno, es para posibilitar un cambio de gobierno.

Julio Anguita y el Frente Cívico siempre han puesto sobre la mesa la necesidad de un programa concreto, de unos puntos básicos para establecer con otras fuerzas políticas y sociales el marco en el que defender los intereses de la mayoría social. En estas páginas Julio nos ha hablado del D+1 refiriéndose al día después de las elecciones, en el que por encima de los intereses personales o partidarios había que poner a las personas con las que queremos construir el contrapoder para cambiar la sociedad. 

UP-IU está haciendo las cosas con sensatez y en este sentido ha iniciado las negociaciones en contacto directo, con comisiones negociadoras y no a través de los medios de comunicación, porque no es serio negociar a través de ellos dando pie al “plató” de la política espectáculo en el que algunos partidos y medios de comunicación han convertido la acción política, pensando más en sus intereses y en la audiencia que en aquellas personas que sufren los graves efectos de la políticas de las instituciones internacionales garantes del neoliberalismo. Porque una cosa es la transparencia y otra el espectáculo. 

Podemos fue el primero que propuso un gobierno del cambio a través de una solemne escenificación, incluido General atlantista, en la que visualizaba el reparto de sillones antes incluso que explorar la posibilidad del acuerdo político. Además, anunció unas líneas rojas para establecer ese pacto como el referéndum en Cataluña y nunca hablar con Ciudadanos. Pasado el tiempo, en otro acto, en otra escenificación se han rebajado la presencia de dirigentes de Podemos a tres, hablan con una sola voz, se anuncia un referéndum no vinculante y no se ponen reparos a hablar con Ciudadanos, se retrocede en las posiciones iniciales sin ni siquiera haberse sentado a hablar con los posibles participes en el gobierno. No es tiempo de personalismos, es el tiempo de la gente.

El debate de futuro, el método.



De mes en mes/ enero 2016
Mundo Obrero

Tras los resultados de las elecciones del 20D se abre en el PCE e IU el debate del futuro de la izquierda en este siglo y, también a la vez, sobre cómo posicionarnos como organizaciones en el actual marco político. Hay que ser conscientes en todo momento de las distintas realidades internas, a la vez que hoy por hoy somos en el ámbito político-institucional algo más que IU, somos Unidad Popular.

Corremos un riesgo innecesario y se cometería un grave error si se aborda este debate con posiciones prefijadas e inamovibles. Cabría aquí decir que a veces nos supera la realidad. Añadiría yo, nos supera el trabajo y la posición de nuestras bases, las que por cierto estamos obligados en ambas organizaciones a que jueguen un papel preferencial, no sólo testimonial.

No es objeto de este artículo el describir una prefijada posición al respecto del debate, que el que suscribe lógicamente tiene, pero considero de importancia el método y las formas (alguien dijo que la forma era el fondo). Pues eso, no siendo una cuestión baladí, en este número se inicia el Debate de Futuro con un artículo de nuestro secretario general José Luis Centella, al que acompaña Juan Ramón Capella y que en próximos números está comprometida la participación de Alberto Garzón y de otras personas del interno y del externo de la organización que nos vayan aportando su punto de vista. A la vez abrimos la sección en Mundo Obrero Digital para ampliar la participación en el debate y recoger mejor y de forma más amplia el sentir colectivo del conjunto de nuestras organizaciones sin que para ello existan intermediarios que tergiversen o titulen de forma interesada la opinión publicada.

Por lo tanto hay que referenciarse en las siguientes preguntas, ¿qué debate tenemos que hacer? ¿cómo debemos hacerlo? Sin ánimo de dar una cerrada respuesta a estas preguntas y atendiendo a la intervenciones de dirigentes en los órganos de dirección apuntaremos algunas ideas que pueden, a juicio de quien esto escribe, ser útiles en el desarrollo del debate.

Una cuestión metodológica primero. IU ha iniciado el debate de su XI Asamblea con un cuestionario que se recibirá en las asambleas locales para dar una respuesta que sirva para configurar la línea de redacción de los documentos a debate. Pensamos que es una idea adecuada en cuanto las bases serán “escuchadas” previo a fijar posición los y las redactoras de los textos. Ejemplos hemos tenido en ambas organizaciones, con buenos y menos buenos resultados. Esperemos del acierto en la gestión de este método y que se pueda publicar la opinión de la base que siempre es enriquecedora y clarificadora.

La segunda, y entrando en materia, o sea, aportar algunas ideas a la respuesta de la preguntas, el PCE va a realizar un proceso de debate congresual a dos vueltas, celebrando la primera en marzo (en la primera sin elegir dirección) para adecuar la posición aprobada en el XIX congreso a la coyuntura actual, con el objetivo de fijar una posición común, o lo más amplia posible, que organice a los comunistas en el debate del futuro de la izquierda, un debate abierto, público y participativo, al igual que imaginamos va a realizar el resto de componentes de IU, con el que intentaremos abordar de forma constructiva, y buscando con otros actores, los máximos elementos de síntesis, el debate de repensar la izquierda, construir la izquierda transformadora, etc.

Por lo tanto, nos parece que debe ser un debate clarificador, honesto y sincero que nos permita conocer las verdaderas posiciones de cada cual. Duro, si hiciera falta, pero desde el respeto a las distintas posiciones que permita ver la diversidad en la organización. Constructivo y respetuoso para ser capaces, tras el debate, de llegar a los mejores acuerdos para la izquierda. Tener siempre presente que nosotros no somos los protagonistas, que los protagonistas son la gente que sufre los efectos de las políticas del capitalismo y sus secuaces (Ibex 35, Troika, la patronal, la banca, etc).

Ágil y resolutivo, pues no podemos eternizarnos en un debate permanente e inacabado, y debemos concretar soluciones a los problemas de la gente que nos apoya y a la que decimos representar. Concreto en cuanto a los análisis y propuestas del mismo, así como con un lenguaje entendible para la mayoría social trabajadora de este país. Siendo referente para aquellas y aquellos que están siendo machacados por la crisis y los recortes, para la clase trabajadora, el ecologismo político, el feminismo revolucionario, en la defensa de los derechos humanos, en la recuperación de los derechos perdidos y de la instauración de nuevos derechos. Para una república Federal y Solidaria en un nuevo modelo de Estado.

En definitiva, que seamos entre todos y todas capaces de construir un espacio (de la forma más amplia) en el que se puedan encontrar y trabajar las distintas realidades que hoy conforman la alternativa rupturista para la construcción de un nuevo país, con la capacidad de ser capaces de romper los consensos del régimen y construir consensos para una nueva sociedad, para una nueva democracia y para un nuevo país.