viernes, abril 26, 2013

Un Ejército (de parados) a las puertas.


Ya no es posible negar que la economía española esté sumida en una crisis muy profunda. Las llamadas políticas de austeridad hacen presagiar un estancamiento de larga duración que se traducirá en el deterioro de la calidad de vida de la mayoría de la población y de su entorno físico y social. En plena crisis económica, la aplicación de estas políticas está teniendo un profundo impacto sobre el sistema de relaciones laborales, desencadenando un proceso de destrucción de puestos de trabajo tan intenso como extenso.
El aumento del paro es tan agresivo que ha generado una ola destructiva de consumo e inversión, activando una dinámica negativa que podría conducir a un empeoramiento de la situación en los próximos meses, con nuevas pérdidas de empleos y cierres de empresas. En nuestro país el paro supera el 26%, cercano a la escalofriante cifra de los seis millones de personas paradas y afectadas por la crisis. De los casi 6 millones de españoles 3.280.000 llevan más de un año buscando trabajo, uno de cada dos jóvenes menores de 25 años está en paro, Un país con el 21% de la población en la pobreza, en donde los niños son los más perjudicados, en el que han realizado más de 400.000 desahucios y donde más de 1.700.000 parados no tienen ningún tipo de prestación y el que dispone de ella, agotado el desempleo, es de 400 euros.
 La Región de Murcia se sitúa por encima de la media nacional con más del 30% de parados y paradas, 159.364 personas carecen de empleo, más de 14.000 desde junio del año pasado, 107. 000 desde que empezó la crisis.
La creciente precariedad del trabajo confiere al empresario un poder omnímodo en la relación laboral, fomentando todo tipo de presiones informales enderezadas a neutralizar huelgas, impedir la sindicación o degradar las condiciones de trabajo. La proliferación del empleo precario es un instrumento decisivo para controlar a los trabajadores, alumbrando una fuerza de trabajo dócil, barata y poco exigente.
Ahora bien, dicha circunstancia podría dar lugar a la modificación de la agenda política y social, abriendo un abanico de oportunidades hasta ahora no contemplado. Los parados y paradas, así como los trabajadores precarios, constituyen un ejército que necesita organizarse, movilizarse y reivindicar mejoras y derechos, pero sobre todo dignidad.
Las organizaciones sindicales están desbordadas por la profundidad de la crisis y centran sus esfuerzos en mantener unos mínimos derechos para los trabajadores y luchar contra los gobiernos y la patronal. Es en este marco donde los parados y precarios no encuentran su sitio y sólo algunos colectivos se han comprometido fuertemente con su problemática. Por lo que deberíamos de convocarnos cuando se comunique que superamos la cifra de los seis millones de parados a concentrarnos en las oficinas de empleo, la sede de la patronal o las delegaciones de gobierno, para recordarle que estamos aquí y que el paro no nos va a parar.
En la Región de Murcia, ante las alarmantes cifras de paro y de aumento de la pobreza la Marea por el Empleo y la Dignidad Social ha convocado la II marcha contra el paro, la precariedad y los recortes que desde el 27 de abril al 7 de mayo pasará por 29 municipios. Con esta iniciativa los parados y paradas reivindicamos entre otras cuestiones: trabajo estable y con derechos, banco público de alimentos, que no se corte la luz y el agua por falta de recursos,  stop desahucios y dación en pago ya, así como, renta básica, planes comarcales y locales de empleo

Ginés Fernández González
Parado. Asamblea de Parados de Torres de Cotillas (Murcia)

La República que viene


De mes en mes/ abril 2013Mundo ObreroHay un movimiento emergente que puede considerarse como un ejército a las puertas de asaltar la torre de la ignominia que es el paro
"Pririmero te ignoran, después se ríen de ti, después pelean contra ti, y después tú ganas"
Mahatma Gandhi


Indecente y miserable, son los calificativos que se merece la campaña que el Partido Popular ha iniciado contra la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y Stop Desahucios ante las acciones de Escrache a los diputados y dirigentes del PP para informarles y pedirles que voten a favor de la ILP que, entre otras medidas, lleva incluida la dación en pago con efecto retroactivo.

Indecentes y miserables son también los que siguen permitiendo que haya gente en la calle, familias que no tienen donde cobijarse en un país con más de 5 millones de viviendas vacías. Por poner un ejemplo, en Canarias por cada ejecución hipotecaria hay 16 viviendas vacías. Aunque en verdad nadie sabe ciertamente cuantas viviendas sin ocupar hay en todo el país. Todo ello fruto, como hemos denunciado aquí en más de una ocasión, de una ley con más de 60 años, arcaica y preconstitucional. Más si cabe después de la sentencia del tribunal europeo que pone de manifiesto la ilegalidad de la ley en base a la norma europea de defensa del consumidor.

La campaña pretende amedrentar a los movimientos sociales y la ciudadanía que defiende sus derechos en la calle por la sordera y ceguera de un gobierno mentirosos ante las necesidades de los ciudadanos. Para el PP todo es ETA menos ellos, fácil y falsa acusación que sacan a pasear cuando las cosas les van mal. Por lo que además de indecentes y miserables son también asquerosamente irresponsables. Pero cabe aquí recordar las palabras de Gandhi: “En cuanto alguien comprende que obedecer leyes injustas es contrario a su dignidad de hombre, ninguna tiranía puede dominarle”.

En las páginas de Mundo Obrero hemos dejado escrito que el movimiento contra los desahucios y por una vivienda digna es el que mejor simboliza hoy la lucha contra este modelo capitalista y contra la banca usurera. En las mismas páginas que Felicitas Velázquez dirigente del PCE y activista de la PAH ha manifestado que la presión social detiene los desahucios.

Las políticas que nos han llevado a esta crisis fraude con la participación de la banca y los especuladores, la corrupción, los recortes sociales o robos de derechos adquiridos, las reducciones de salarios, de empleos públicos y privados, así como la parálisis intencionada del gobierno en políticas que creen puestos de trabajo, están en la causa del problema: precariedad, paro y pobreza y a partir de ahí se entra en un proceso imparable. La solución política para el empleo.

Hay un movimiento emergente que puede considerarse como un ejército a las puertas de asaltar la torre de la ignominia que es el paro y de los que quieren hacer de los parados el ejército de reserva para confortar a los trabajadores y abaratar sus condiciones laborales y económicas. Les decimos que no, que ya está bien, hoy se están organizando en varias partes de este país movimientos de parados contra el paro y por la dignidad social, los comunistas estaremos ahí, apoyándolos, creándolos donde no existan.


Deberíamos convocarnos para cuando se anuncie que se supera la barrera de los seis millones de personas en desempleo y concentrarnos al día siguiente ante las delegaciones del gobierno u otras instituciones como ayuntamientos gobiernos autonómicos, etc... Además de buscar empleo, no tenemos otra cosa que hacer que recordarles que hay gente en este país que pa1sa necesidades, ser la carga de sus conciencias.

Los parados debemos movilizarnos en defensa de nuestros derechos como el del trabajo que establece el artículo 35 de la Constitución del 1978, esa que siempre sacan a pasear y que nunca cumplen. No esperemos sentados o en los bares a una solución caída del cielo, no existe, como tampoco esta crisis es una maldición divina. Marx y Engels dejaban escrito en el Manifiesto“Todas la sociedades anteriores han descansado en el antagonismo entre clases opresoras y clases oprimidas. Más para poder oprimir a una clase, es preciso asegurarle unas condiciones que le permitan, por lo menos, arrastrar su existencia a la esclavitud”.

Este es un régimen que se desmorona por la corrupción y el nepotismo de los que nos gobiernan y en donde los borbones han tocado fondo y son vistos como un residuo medieval y franquista que sostiene este régimen neoliberal a ultranza, donde hay yernos que utilizan el parentesco para robar el dinero del pueblo como antaño sus tatarabuelos, donde se ha creado un nuevo nepotismo ilustrado por la indolencia hacia la ciudadanía, en pos del “interés general” rajoyniano. En definitiva es un régimen podrido donde cada día nos aparece un sobresalto más del gobierno y la famililla Borbón, y en el que no cabe otra alternativa que la instauración de la III Republica como culmen de proceso constituyente de las clases populares, lo que Antonio Romero denomina “la alegría que viene”.

La república que viene es una república construida desde abajo, con las luchas para fundar un futuro mejor para las generaciones venideras y que a la vez mejore radicalmente las condiciones del futuro. Que tiene como la II Republica el sostenimiento en la clase trabajadora y en la mayoría social, en la defensa de lo público y de la igualdad entre todos los ciudadanos para el acceso a la educación y la sanidad, en donde será incompatible la existencia de los sectores privados. La república que viene será la de la democracia participativa radical, de la participación ciudadana en los asuntos de gobierno con referéndums vinculantes.

Porque como se dice en el Manifiesto Comunista: “Cuando se habla de ideas revolucionarias de toda una sociedad, se expresa solamente el hecho de que en el seno de la vieja sociedad se han formado los elementos de la nueva, y la disolución de las viejas ideas marcha a la par con la disolución de las antiguas condiciones de vida”
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martes, abril 02, 2013

La salida social a la crisis una cuestión de correlación de fuerzas

De mes en mes/ marzo 2013
Mundo Obrero

Cinco años desde que se iniciara esta crisis, en cuyo referente histórico más cercano eran los capitalistas los que saltaban desde las ventanas, hoy son los trabajadores los que pierden la vida ante la inviabilidad de futuro. La única salida posible reside en la convergencia de los distintos sectores y movimientos que luchan contra la crisis, en la cristalización de un Bloque Social Alternativo capaz de cambiar el actual estado de las cosas.

La crisis ha sido creada por los capitalistas pero la sufren y sufragan los que nada han tenido nada que ver. Si no fuera suficiente, el neoliberalismo ha conseguido con su propagan- da hacer creer a los ciudadanos que son ellos los culpables y que los “sacrificios” -eufemismo que encubre el recorte de derechos sociales- son inevitables. Muertes como la de Guillermo en Cartagena, son consecuencia de esa realidad. Esta situación ya era descrita en el Manifiesto del Partido Comunista: “Por tanto, lo que cuesta hoy día el obrero se reduce poco más o menos a los medios de subsistencia indispensables para vivir y perpetuar el linaje”. A veces, en la situación actual, ni tan siquiera se dan las condiciones para la reproducción de la fuerza de trabajo.

El neoliberalismo y los instrumentos de ideologización masiva conseguido hacer que los ciudadanos seña- len a la política y a la democracia como culpables y chivo expiatorio de la crisis. Han logrado desviar las responsabilidades en esta lucha de clases de la oligarquía actual contra la burguesía y ésta contra los trabajadores.

Ciertamente hay políticos responsables y estos son los que le han bailado el agua al neoliberalismo; en España el PP, el PSOE, CIU y PNV entre otras organizaciones políticas a las que debemos sumar el papel de asociaciones empresariales y sociales constituidas por la derecha en pos de un cambio cultural para la sumisión de la sociedad. No podemos obviar la colaboración de organizaciones y medios de comunicación que, con una pátina supuestamente progresista y de izquierdas, han sido permisivas con un determinado tipo de políticas nos han traído estos lodos. Sin embargo, es rotundamente falso que todos tienen la misma responsabilidad; hay quienes han estado oponiéndose a estas políticas e incluso plante- ando que hay otra políticas y otras formas de hacer política.

La construcción europea, el crecimiento económico basado en la especulación y el ladrillo, el enriquecimiento rápido a costa de lo que sea, germen de una corrupción consustancial con el capitalismo, han sido elementos en los que se ha basado un sistema económico fracasado; y como señalara Paco Frutos “el capitalismo no soluciona los problemas de la gente”.

Los medios de comunicación del sistema corean el mensaje de las instituciones mundiales y europeas consistentes en que no es posible otra política que la austeridad, la del expolio para que los ricos sigan teniendo sus grandes beneficios.
Juan Antonio Hormigón, en su libro el legado de Bretcht, recuerda el papel de los lavanderos de conciencias: “quienes elaboran mentiras pretenciosas para ocultar las verdades que pueden resultar peligrosas para los poderosos, y las convierten en mercancía para su beneficio. Están dispuestos a justificar las falsedades en tanto se las remuneren en modo adecuado”.

En esta fase de la crisis el PCE, pone toda su capacidad política y organizativa al servicio de esta estrategia que se propone Construir una Alternativa Social, Anticapitalista, y Democrática a la crisis, en España y en Europa, construyendo las alianzas sociales capaces de conseguir una salida a la crisis, que se puede expresar como rescatar a las personas y a los servicios públicos, no a los bancos.

Estas alianzas no tienen una finalidad institucional, sino que su objetivo radica en la articulación de un Bloque Social y Alternativo que se enfrente a la intervención de nuestro país por los poderes económicos europeos, bien con el disfraz de un “gobierno de salvación nacional” o con una "pseudodictadura o dictablanda" tecnócrata enmascarada.

Cabe recordar, como señalara el Manifiesto del Partido Comunista, que “el objetivo inmediato de los comunistas es el mismo que el del todos los demás partidos proletarios: constitución de los proletarios en clase, derrocamiento de la dominación burguesa, conquista del poder político por el proletariado” y que “el primer paso de la revolución obrera es la elevación del proletariado a clase dominante, la conquista de la democracia”.

En el caso español la salida a la crisis solo puede tomar el rumbo de una transformación estructural que implica entrar a fondo a discutir en tres terrenos que, por la propia naturaleza de la crisis, están íntimamente mezclados: el de la distribución de la riqueza, el del modelo productivo y el de la ética y la democracia. O dicho de otro modo, la cuestión del poder económico, ligado al modelo político e institucional.

Para los comunistas es necesario recuperar, de forma prioritaria, la democracia desde la defensa de la ética y como punto de partida, la defensa del concepto de Ética Republicana que tiene al trabajo como instrumento de valoración social.

No debemos, no pagamos. Así, consideramos que las actuaciones con el problema de la construcción euro- pea, desde unas bases sociales y democráticas, adquiere una nueva dimensión que se presenta totalmente incompatible con el modelo actual con el euro como referente.

En este número de Mundo Obrero desarrollamos la Declaración por una salida social a la crisis en defensa de la ética política (paginas 9 y 10) en la que frente a esa integración antidemocrática y neoliberal hay que oponer un proyecto de integración democrática, social y cooperativa, “a partir de los núcleos de resistencia que se van construyendo en la oposición a la austeridad y a la salida neoliberal a la crisis”. Se puede y se debe construir la Alternativa.