Ante la ruptura del Pacto Constitucional, la apertura de un proceso constituyente para una nueva Constitución
Ante los acontecimientos en torno a un posible pacto constitucional que proclaman PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos, cada uno, en principio por su lado y, ante la propuesta de Unidad Popular Izquierda Unida del Proceso Constituyente para una nueva Constitucion que instaure en la misma los derechos sociales vulnerados por el bipartidismo, creo interesente publicar el discurso que Julio Anguita en nombre de la direccion del PCE realizó en la Fiesta del PCE de 1996, que demuestra que tras casi 20 estamos en peores condiciones la nayoria social y la clase trabajadora.
Discurso que en su parte final expone:
Y queda una última consideración que la dirección del PCE quiere hacer desde
la serenidad, desde la tranquilidad y también desde la firmeza: el PCE constata
que los contenidos más del Estado Social y Democrático de Derecho recogidos en
nuestra Constitución ni están siendo desarrollados, ni se están cumpliendo y,
lo que es peor, se están haciendo políticas económica y sociales propias del
neoliberalismo y por tanto incompatibles con dicha Constitución.
El Consenso Constitucional, el Pacto Constitucional ha sido mantenido por el
PCE con una ejemplaridad a todas luces demostrada. Los poderes económicos,
fuerzas políticas, grupos sociales y colectivos enquistados en los aparatos de
Estado con prácticas anticonstitucionales vienen vaciando de contenido el
Estado Social y Democrático de Derecho. Si en mi intervención he leído el
articulado que en la Constitución Española va desarrollando el citado Estado
Social y Democrático de Derecho es para advertir que esa es la parte que tienen
que cumplir los poderes públicos y quienes los sostienen. De no ser así, y ante
la creciente degradación de la Democracia y de la Justicia Social, el PCE se
considerará libre de consensos y denunciando el incumplimiento de los demás
pondrá en la primera línea de su propuesta contenidos y fórmulas de Estado
enraizados en nuestra teoría política, en nuestra historia y en algo muy
importante: nuestra cultura y nuestros sentimientos.
Discurso de Julio Anguita en nombre de la dirección del PCE en la Fiesta
de 1996.
Audio de la intervención de Julio Anguita en la Fiesta del PCE de 1996
En nombre de la dirección federal del PCE quiero agradecer en primer lugar,
a los hombres y mujeres de nuestro partido que trabajan desinteresadamente en
el soporte material de esta Fiesta, su esfuerzo, su entrega y su laboriosidad.
Sin ellos y ellas no sería posible este acontecimiento político.
También saludamos a las delegaciones extranjeras que en número de 56
comparten con nosotros, no solo la alegría y la confraternización de estos
momentos, sino también un objetivo final de plena emancipación humana para todo
el planeta Tierra.
Bienvenidos a todas y a todos los que en estos momentos estáis aquí
escuchando estas palabras o en cualquier rincón de este recinto ferial. Sin
vuestro apoyo, presencia y calor no sería posible tampoco, esta Fiesta PCE-96,
La historia del PCE es la historia de la entrega de sus hombres y mujeres a
la causa de la Libertad y de la Democracia. Desde la defensa de la legalidad
republicana frente al fascismo en 1936 hasta acontecimientos posteriores, el
PCE siempre ha considerado como condición y base para la construcción del
socialismo, la consolidación y profundización de la democracia. Y ello no solo
porque estamos convencidos de que el socialismo, por el que luchamos, es la
Democracia llevada hasta sus últimas consecuencias, sino también porque hemos
entendido que los trabajadores, los asalariados y las capas medias son los
primeros beneficiarios de un sistema de libertades plenas y de un marco de
participación bajo el imperio de la Ley y el Derecho. Recordemos aquella afirmación
categórica de Vladimir Illich “Lenin” de que no existe una democracia burguesa
o una democracia proletaria, sino grados de profundización en la teoría y en la
práctica del concepto Democracia.
Nuestra historia está llena de propuestas de acuerdo o de pacto para
consolidar un marco democrático. Nuestra historia está llena de ejemplos que
evidencian la prioridad que el PCE da a la Democracia, incluso sobre otros
contenidos políticos inherentes a nuestra concepción del Estado y sus distintas
formas de constituirse. Nuestra historia está llena de cesiones transitorias en
aspectos importantes para nosotros a cambio de conseguir la implantación de un
Sistema Democrático: su desarrollo, profundización y concreción en decisiones,
propuestas y contenidos: Reconciliación Nacional, Pacto por la Libertad, Junta
Democrática, etc.
El PCE sigue siendo, tanto en sus elaboraciones teóricas, en la orientación
de sus líneas políticas y en el trabajo de sus hombres y mujeres, un ferviente
defensor del Estado Social y Democrático de Derecho. Y no sólo por los
contenidos que dicho Estado tiene, tanto en lo social como en el campo de las
libertades o de los derechos humanos, sino también por ser una fase política
necesaria en un país como el nuestro tan atormentado por una historia de
cuartelazos, pronunciamientos, fases autoritarias, dictaduras y juego sucio de
una casta dominante.
El Estado Social y Democrático de Derecho, en el caso de España está
recogido en el Art. 19 de nuestra Constitución:
“1. España se constituye en un Estado Social y Democrático de Derecho que
propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico la libertad, la
justicia, la igualdad y el pluralismo político.
2. La soberanía nacional reside en el pueblo español del que emanan los
poderes del Estado.”
Camaradas y amigos: El PCE mantiene como principios y propuestas
irrenunciables tres formulaciones que constituyen el eje medular de su
propuesta alternativa al modelo de Estado y que no están recogidas en la
Constitución Española de 1978:
1º. Propugnamos y defendemos la construcción de un Estado Federal y
Solidario Español.
2°. Defendemos el reconocimiento del Derecho de Autodeterminación.
3º. Nuestra forma de Estado es la República. El PCE es republicano.
En las horas difíciles de la Transición Española nuestro Partido, en
aras del consenso para que el Estado Social y Democrático de Derecho estuviese
contemplado en la Constitución priorizó los contenidos del mismo a la inclusión
de los dos primeros principios en la Constitución y pasó, transitoriamente, a
un segundo plano, su lucha y su esfuerzo para que el futuro Estado Español
tuviese la forma Republicana.
La apuesta por un Estado Federal Español y Solidario constituye hoy
una propuesta alternativa en los programas y proyectos de IU. Y en cuanto al
Derecho de Autodeterminación debemos hacer constar que hay documentos aprobados
en la IV Asamblea de IU que así lo reconoce. En el debate que va a producirse
dentro de unos meses en IU sobre la profundización y concreción de nuestro
modelo federal aparece, también, como propuesta para debate y profundización el
Derecho de
Autodeterminación.
¿Cuáles son los contenidos, las propuestas y las conquistas del Estado
Social y Democrático de Derecho recogido en la Constitución Española hicieron
inclinar la balanza, en la decisión del PCE a estar presente de manera activa
en el consenso constitucional?
El Estado Social recogido en nuestra Constitución va vertebrándose en
torno a los siguientes contenidos:
– El Art. 35 mantiene el deber de trabajar y el derecho al trabajo para
todos y todas.
– El Art. 40 manda a los “poderes públicos”, es decir al Gobierno, que haga
una política orientada al pleno empleo.
– El Art. 41, ordena a los poderes públicos que mantengan un régimen público
de Seguridad Social para todos y todas y que garantice la asistencia y
prestaciones sociales suficientes “ante situaciones de necesidad, especialmente
en caso de desempleo”.
– El Art. 45 mantiene el derecho a disfrutar de un medio ambiente adecuado y
obliga a los poderes públicos a que cuiden para que la utilización racional de
todos los recursos naturales sea un hecho.
– El Art. 47 mantiene que todos los ciudadanos y ciudadanas tienen derecho a
disfrutar de una vivienda digna y adecuada.
– El Art. 48 manda a los poderes públicos a que promuevan las condiciones
“para la participación libre y eficaz de la juventud en el desarrollo político,
social, económico y cultural”.
– El Art. 50 manda a los poderes públicos a que garantice “mediante
pensiones adecuadas y periódicamente actualizadas, la suficiencia económica a
los ciudadanos mediante la tercera edad”.
Y para que estos objetivos del Estado Social y Democrático de Derecho puedan
realizarse la Constitución Española se provee de mecanismos de intervención
pública y de mecanismos de participación siguiendo los enunciados y postulados
de un principio general y superior.
Los mecanismos de intervención pública más importantes son los
siguientes:
– El Art. 18 de nuestra Constitución propugna como obligatoria que todos y
todas contribuirán al sostenimiento de los gastos públicos mediante un sistema
fiscal inspirado en la igualdad y en la progresividad. Que paguen más los que
más tienen.
– El Art. 118 reconoce el derecho de la iniciativa pública a
intervenir en la actividad económica, bien creando un sector público o también
acordando la intervención de empresas “cuando así lo exigiere el interés
general”.
Los mecanismos de intervención y de participación más importantes son
los siguientes:
– El Art. 131 reconoce a los poderes públicos la capacidad de poder
planificar la actividad económica mediante un Consejo en el que estén los
sindicatos, otras organizaciones profesionales empresariales y económicas. E
incorpora a las CC. AA. al proceso de elaboración de esa planificación. Una
planificación económica que también se recoge como posible en el Art. 38 de
nuestra Constitución.
– El Art. 37 garantiza el derecho a la negociación colectiva laboral y
también garantiza la fuerza vinculante de los convenios.
– El Art. 129 obliga a los poderes públicos a que establezcan “los medios
que faciliten el acceso de los trabajadores a la propiedad de los medios de
producción”.
Y como corolario, como recapitulación de estos derechos y obligaciones
gubernamentales recogidos en la Constitución el Art. 128 proclama solemnemente:
“Toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su
titularidad está subordinada al interés general”. Esta es la formulación que
eleva a categoría de principio constitucional el que lo privado esté supeditado
al interés general y no al revés.
El Estado Social y Democrático de Derecho se cimenta también en el
desarrollo de los Derechos Humanos en otras parcelas y en otros contenidos
referidos a las libertades, la igualdad, el imperio de la Ley y la Justicia.
Sin la libertad y sin la democracia es imposible la justicia social. Luchar por
los derechos sociales es luchar por las libertades y la democracia; y luchar
por las libertades y la democracia es también luchar por la justicia social. Veamos
algunos contenidos de nuestra Constitución en este sentido:
– El Art. 1º, anteriormente citado, plantea entre los valores superiores de
nuestro ordenamiento constitucional: la Libertad, la Justicia, la Igualdad y el
pluralismo político.
– El Art. 14 mantiene que los españoles y las españolas “son iguales ante la
Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento,
raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia
personal o social.
– El Art. 18 mantiene que el domicilio personal es inviolable y de la misma
manera garantiza el secreto de las comunicaciones: postales, telegráficas y
telefónicas, salvo resolución judicial.
– El Art. 28 reconoce el derecho a la huelga de los trabajadores.
El reconocimiento de derechos en el marco, de un sistema democrático
desarrolla lo que construye el principio fundamental de toda democracia, la
separación de los tres poderes del Estado: el Legislativo, el Ejecutivo y el
Judicial.
Camaradas y amigos, la situación del Estado Social y Democrático de Derecho
en nuestro país es la siguiente:
1.- Negación de los contenidos sociales desde los datos suministrados por:
a) Las cifras de paro. El
mayor índice de la Unión Europea.
b) Las cifras de
precariedad. El mayor índice de la Unión Europea.
c) Las cifras de accidentes
laborales. El mayor índice de la Unión Europea.
d) El recorte en el subsidio de
desempleo.
e) La Reforma del Mercado
Laboral.
f) Las empresas privadas de
colocación.
g) El desarrollo del Pacto
de Toledo que el Gobierno del PP pretende.
h) El torpedeamiento
constante contra la posibilidad de realizar convenios colectivos.
i) La disminución
creciente del sector productivo, especialmente el industrial.
j) La privatización
del sector público y de los servicios sociales.
k) El desarrollo de una
política fiscal cada vez más regresiva: aumentan los impuestos indirectos y
disminuyen los directos; en una clara política en favor de los más poderosos.
l) Propuestas de
medidas en torno a la privatización de la sanidad pública y a la aplicación del
llamado “recetazo”.
m) La discriminación negativa de
los jóvenes y de las mujeres en toda una serie de aspectos referidos al acceso
al puesto de trabajo, las condiciones del mismo y los salarios. En el caso de
las mujeres, la vulneración del principio de la OIT de que a igual trabajo
igual salario se incumple en un 30% en el caso de España. Y a ello hay que
sumar todo un cuadro de malos tratos, exiguas o nulas pensiones de divorcio,
interrupción del embarazo fortísimamamente condicionada, etc.
2. Pero lo que sitúa el problema en todo su dramatismo es que la política
económica y social, junto con los principios del neoliberalismo que le han dado
soporte ideológico y argumentación, pretende mantenerse y profundizarse cara al
futuro.
El mantenimiento en la posición de cumplir como sea y al precio social que
sea los contenidos y plazos exigidos para la tercera fase de la moneda única
previstos en el Tratado de la Unión Europea de Maastricht está en la raíz de
una orientación totalmente contraria al Estado Social y Democrático de Derecho.
Y ello plantea dos cuestiones sobre las que queremos pronunciarnos con toda
claridad:
Las condiciones macroeconómicas y los plazos de las mismas necesarios para
pasar a la tercera fase de la moneda única no son, en puridad, una construcción
de Europa sino de un mercado único en el que tampoco se da la condición de una
política fiscal común. Las políticas de empleo que debieran ser el elemento
central de una construcción europea junto con la unión política y una política
de seguridad común estrictamente europeas no están ni en el proceso ni en las
previsiones futuras de los que están construyendo la moneda única. Estamos ante
un proceso dirigido a favorecer, exclusivamente, los intereses del capital. A
la imposición de un modelo económico de carácter regresivo: el neoliberalismo
que intenta conseguir acabar con todas las conquistas sociales y volver a
mediados del siglo XIX. Y esto es así de tal manera que si Maastricht no
existiese lo habrían inventado.
No se puede combatir con, eficacia, ni se puede plantear una política
alternativa que contenga los elementos del Estado Social y Democrático de
Derecho sin el cuestionamiento de las condiciones, contenidos y plazos exigidos
para la moneda única. La moneda única, según Maastricht, es el fin de la
autonomía política para decidir sobre las condiciones de vida de la ciudadanía.
La moneda única, según Maastricht, es la imposición de los poderosos a través
de los mecanismos del llamado mercado libre y de la práctica independencia de
los poderes públicos del sistema de bancos centrales paso previo del Banco
Central Europeo. La moneda única, según Maastricht, es poner como primer
objetivo los ajustes contables macroeconómicos y relegar a un segundo lugar
derechos sociales recogidos en nuestra Constitución y en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos.
Maastricht es la pensión que disminuye; el
recorte en gasto sanitario; la congelación salarial de los funcionarios; la no
creación del fondo de nivelación previsto en la LOFCA; el recorte en
inversiones para infraestructuras y obras necesarias; el mal funcionamiento de
la LOGSE; el recorte creciente del subsidio de desempleo, etc. Maastricht es lo
inmediato, lo cercano, lo que afecta a cada ciudadano y a cada ciudadana.
Maastricht, tan aparentemente lejano, afecta a cada casa, a cada familia, a
cada trabajador y trabajadora, a cada pequeño y mediano empresario, a cada trabajador
autónomo, a cada ayuntamiento, a cada comunidad autónoma.
Congelar o desarrollar en sentido contrario a la Constitución los contenidos
sociales del Estado Social y Democrático de Derecho necesita, como condición y
también como consecuencia, un proceso de recorte en las libertades y de
acciones de gobierno amparadoras y tuteladoras de las acciones de colectivos o
grupos que constituyendo una mafia enquistada en el seno de los aparatos del
Estado “sicilianizan” la vida pública española.
El proceso de erosión del Estado Social y Democrático de Derecho tiene una
serie de hitos y jalones fácilmente recordables en el pasado y perfectamente
evidentes, si no lo impedimos, en el futuro:
– La Ley Corcuera.
– El encarcelamiento
de insumisos y objetares.
– El rosario
interminable de escándalos y de corrupciones, aparentemente impunes.
– El uso de lo público
para fines privados.
– El cobro ilegal y
corrupto de comisiones.
– La exaltación de la
filosofía del enriquecimiento rápido y fácil y de la cultura del “pelotazo”.
– El trato,
conculcador de Derechos Humanos, dado a los inmigrantes: esposados, drogados y
entregados a países donde no se garantiza ni su integridad física ni su vida.
Y en el futuro más inmediato:
La intención del Gobierno y de casi todas las demás fuerzas políticas de
integrarnos en la OTAN despreciando la posición del pueblo español manifestada
en el Referéndum de 1986. Y sobre este punto llamo la atención acerca de un
hecho de extraordinaria importancia y gravedad: la vulneración de las
condiciones del Referéndum va a permitir, si no lo impedimos, el transporte,
circulación y almacenamiento de armas nucleares en España.
– La propuesta de
instalación de vídeos en las calles que con la excusa y justificación del orden
público puede conllevar un atentado contra las libertades y los derechos
ciudadanos.
– La idea lanzada por
las élites del poder de transformar la financiación pública de los partidos en
financiación privada.
– La idea lanzada
también por los mismos, y que va tomando cuerpo, de cambiar
el sistema electoral español
por uno clara y profundamente
mayoritario.
– El anteproyecto de
Ley Orgánica Reguladora de Secretos Oficiales.
Pero han sido organismos del Estado, colectivos de los Cuerpos y
Fuerzas de Seguridad del Estado y miembros de las Fuerzas Armadas, con la
autorización y respaldo políticos correspondientes, y por tanto con la
responsabilidad última, los que han ido mostrando los síntomas del cáncer
enraizado en los aparatos de Estado: el espionaje del CESID, el terrorismo de
Estado de los GAL, el robo de fondos reservados, el cobro delictivo de
comisiones, etc.
La decisión del Gobierno de Aznar, en contradicción con lo pregonado
en la campaña electoral, de no desclasificar los papeles del CESID evidencian
un ataque al Estado Social y Democrático de Derecho en las siguientes
cuestiones:
1. Negación, por parte del
Gobierno, del auxilio debido a la Justicia.
2. Como consecuencia de lo
anterior, desigualdad de algunos ciudadanos y de algunos colectivos ante la
Ley.
3. Complicidad moral, por
tanto, con los hechos que están siendo investigados y con las personas
imputadas de haberlos cometidos.
4. Sensación más que fundada
de que estamos ante un sistema en el que funciona la “omertá”: la ley del
silencio de la mafia siciliana; el silencio a cambio de la ex-carcelación. Un
silencio hacia abajo y hacia arriba, a diestra y a siniestra.
Y esta situación de conculcación del Estado Social y Democrático de Derecho
conlleva, junto con la constatación de que se acaba de asestar un golpe
demoledor a la credibilidad de la política y de los políticos, la necesidad de
que el Presidente del Gobierno clarifique, por el bien del país, de la
Democracia, de la Justicia, del Derecho, de la Honestidad, de la Ética y de la
Decencia, los extremos del siguiente dilema:
– O el Sr. Aznar y sus compañeros de partido mintieron y engañaron,
fundamentalmente a sus electores, cuando se comprometieron a desclasificar los
papeles del CESID en el caso de acceder al Gobierno, ó
– Al intentar abordar desde el Gobierno la puesta en marcha de las promesas
electorales se encontraron con presiones, objeciones o amenazas ante las cuales
han cedido. Y en el caso de que esto fuese así, se impone la explicación del
Presidente del Gobierno ante el Congreso de los Diputados. El Presidente del
Gobierno de España no puede callar, no puede transigir, no puede acceder a la
presión o al chantaje venta de donde venga, porque si lo hace está, no sólo
permitiendo la existencia de una mafia, sino siendo el principal responsable,
por ocupar el cargo que ocupa, de una aceleración cualitativa en el proceso de
involución democrática que España está viviendo.
En discursos anteriores la dirección del PCE ha insistido una y otra vez en
la necesidad del rearme moral, cultural e ideológico como necesidad
fundamentalísima para la consecución de la plena emancipación humana pero
también como necesidad inmediata, aquí y ahora, perentoria, en la lucha de los
trabajadores, las capas populares y de la mayoría de la sociedad.
El vaciamiento, cuando no la transgresión de los contenidos del Estado
Social y Democrático de Derecho, es un proceso, una acción, que necesita de la cobertura
de la justificación en principios, valores, actitudes, comportamientos y pautas
culturales afines. Si la derecha gobierna hoy en España es porque, desde hace
muchos años, sus valores fueron implantándose desde el poder, desde medios de
comunicación, desde universidades y desde la cultura oficial. Unos valores y
unas pautas culturales propias del llamado pensamiento único del neoliberalismo
que han terminado por ser asumidas y defendidas como propias por muchos
colectivos políticos sociales tradicionalmente de izquierdas. Hagamos un somero
repaso a estas actuaciones:
– La mercantilización de la información en los medios de comunicación en la
medida en que lo que importa es vender, como sea, no informar. Y junto a ello,
y por esa filosofía, la priorización de lo banal y lo adjetivo sobre lo
fundamental y sustantivo. Y esta crítica no empalidece el reconocimiento a
aquellos medios y profesionales que están siendo ejemplares, tanto en la
denuncia de la corrupción como en la defensa de las libertades y el Estado de
Derecho.
– La mercantilización de la actividad política despreciando los contenidos y
las propuestas programáticas y basando la actividad política, casi
exclusivamente, en el marketing y en la rentabilidad en votos al precio que
sea. La captura del voto lo justifica todo: insultos, zafiedades, promesas
demagógicas, incumplimiento de las promesas y manipulación de textos e
imágenes.
– El constante canto a la labor del empresario como único creador de riqueza
olvidando el papel fundamental que en la creación del valor tienen los hombres
y mujeres que, de manera asalariada, crean, transforman y realizan: los
trabajadores manuales e intelectuales.
– La aceptación, por parte de colectivos de izquierda, de intelectuales y de
la sociedad española en una buena parte, de valores tales como la
competitividad. Una competitividad que en la mente de quienes consiguieron
implantarla en la de los demás no es otra cosa que el enfrentamiento de
trabajadores contra trabajadores para ver quien se vende más barato a fin de
conseguir un precio más bajo de las mercancías en la competencia internacional.
La exaltación del concepto de rentabilidad económica como único motor y como
único objetivo a conseguir en cualquier empresa, en cualquier servicio o en
cualquier actividad de la economía o de la sociedad. Si la rentabilidad
económica, es decir, el beneficio ó el superávit en la cuenta de resultados es
el objetivo exclusivo, el Estado Social y Democrático de Derecho no existe, su
formulación en dicha situación es simplemente una falacia.
La divinización o exaltación de la economía como fuerza motora fuera de todo
control humano. El mercado se constituye así en un dogma, en una nueva
religión. Una nueva religión que exige obediencia ciega a todos sus seguidores;
recordemos las palabras de Tietmeyer Presidente de Bundesbank: “los políticos
deberán aprender que deben supeditarse a las decisiones del mercado” o las
palabra se Alan Minc diciendo que el mercado es mucho más importante que la
democracia. Estos defensores del neoliberalismo, sacerdotes de una religión
extremadamente sectaria olvidan y pretenden hacer olvidar mediante los
mecanismos de poder ideológico y comunicacional la realidad que están
construyendo:
– Las diferencias de todo tipo entre las zonas ricas y los países
empobrecidos siguen aumentando en un mundo dominado por las políticas
neoliberales.
– La situación de la cuarta parte de la humanidad (aproximadamente 1.600
millones de personas) es en 1996 peor que hace 15 años.
– Harán falta 40 años para que el África Negra se recupere al nivel que
tenía en los años 70.
– Mientras 170 millones de latinoamericanos suspiran por tener una vivienda,
Estados Unidos de América planteaba en la conferencia de Nairobi del año pasado
que: “El concepto del derecho a una vivienda adecuada debe ser eliminado de
todas las declaraciones”.
– Hay 73 millones de niños, en edades comprendidas entre 10 y 14 años,
obligados a trabajar, muchos de ellos en condiciones de esclavitud y
servidumbre. La mayoría de estos niños viven en Asia, en África y en América
Latina, pero también aquí al lado, en Portugal. No olvidemos ni descuidemos el
globo sonda lanzado desde el Ministerio de Justicia acerca de la rebaja de la
edad penal hasta los 14 años.
– Un tercio de los 2.500 millones de trabajadores del mundo están en paro.
– El 13% de los europeos de la Unión se considera excluido de la sociedad en
que vive.
– El 12% de los europeos de la Unión está en paro, Y el 30% ha sufrido el
desempleo en los últimos 5 años.
– En la propia Unión Europea hay 50 millones de pobres y 3 millones de
personas no tienen alojamiento.
– Una macroencuesta elaborada por la propia Comisión Europea arroja el dato
de que el 40% de los europeos están convencidos de que el proceso de
construcción de Europa, según pretende el Tratado de la Unión de Maastricht,
está haciendo aumentar la diferencia entre ricos y pobres.
Estos mínimos datos, la experiencia de todas y todos nosotros en nuestro
entorno más inmediato: familiar, laboral y de residencia conducen a tres
conclusiones:
1º. El neoliberalismo es
incompatible con los Derechos Humanos.
2º. El neoliberalismo es
incompatible con la Democracia.
3º. El neoliberalismo es
incompatible con la Constitución Española.
Y en este panorama de hegemonía cultural e ideológica del pensamiento
conservador vuelve a aparecer ante nuestros ojos el paisaje, los tópicos, las
prácticas de la España invertebrada sobre la que hablaba Ortega y Gasset.
El Pan y Toros tan querido por los que a lo largo de nuestra historia han
luchado contra el pensamiento, la ilustración o “la funesta manía de pensar” se
ha transformado en la España de 1996 en el cuarteto de la desmesura: fútbol
televisado casi a diario, corridas de toros prodigadas en las cadenas
televisivas, toros, culebrones y concursos degradantes de la televisión, tanto
de la pública como de la privada.
El vaciamiento de contenidos del Estado Social y Democrático de Derecho, el
proceso de involución democrática, la hegemonía cultural e ideológica del
pensamiento neoliberal y la subculturización no pretenden otra cosa que
conseguir un pueblo sumiso y resignado. La resignación es la virtud cantada
como “prudente moderación” o como “sentido común”. La claudicación o
complicidad de fuerzas políticas y sociales es cantada como “sentido de
Estado”, “ayuda a la gobernabilidad” o “prudencia ejemplar”.
La razón de Estado, que a lo largo de toda la historia de la humanidad no ha
sido otra cosa que la ocultación o el amparo de delincuentes, se transforma
así, se transforma en un ejercicio de política inteligente o de actitud
corresponsable con la sensatez y la prudencia.
Y al llegar aquí y en nombre del PCE, me dirijo a todo el Partido, a todos
nuestros simpatizantes y amigos y a todas aquellas personas que se sientan
cercanas a nuestro quehacer o al de Izquierda Unida. Y me dirijo desde la
pregunta central que el Consejo Político Federal de IU se hizo el 22 de junio
del presente año: “¿merece una RESPUESTA esta situación?”; el C.P.F. respondió
que sí y ha articulado y organizado la respuesta. Una respuesta necesaria,
urgente y con las siguientes características:
– Amplia.
– Masiva.
– Continuada.
– Con contenidos, ideas y valores claramente de izquierdas.
– Capaz de propiciar una conjunción de fuerzas política, sociales,
culturales expresión de la mayoría social. Los tiempos demandan un esfuerzo de
regeneración, de movilización y
de creación alternativa: Propuestas y
Programas.
Pero es a nosotros y a nosotras, comunistas, a quienes toca hoy, en
este acto, asumir la responsabilidad que tenemos en esa acción. La mejor
tradición del PCE es la tradición unitaria. Una tradición unitaria cimentada en
75 años y visualizada en la aportación y el ejemplo de dos gigantes de nuestro
Partido: Pepe Díaz y Dolores Ibárruri. Ellos encarnaron el pensamiento
antisectario, integrador, abierto a la unidad de la izquierda y al protagonismo
del pueblo. Ese ha sido y debe seguir siendo la mejor tradición de este
Partido.
En nombre de la dirección del PCE, en el recuerdo a estas dos figuras
legendarias de nuestro Partido, hago un llamamiento a la rebeldía, la
contestación y a la organización para la movilización: información,
explicación, concienciación, participación, propuesta alternativa y ocupación
de la calle. Hago un llamamiento al tensionamiento de toda nuestra
organización. Hago un llamamiento al despliegue de nuestras fuerzas en todos
los frentes en los que estamos: IU, sindicatos, movimientos sociales, etc.
La idea central de este llamamiento es la siguiente: LA POLÍTICA DE
DERECHAS EXIGE LA RECOMPOSICIÓN UNITARIA DE LA IZQUIERDA ESPAÑOLA. Pero esa
recomposición no es una cuestión de unidad de siglas o de fotos de familia. La
unidad de la izquierda no es una cuestión de suma de siglas frente a la
derecha, sino de organizar la oposición social, política y cultural para la
alternativa a las políticas neoliberales. La unidad de la izquierda se cimenta,
se fundamenta, se desarrolla, se vertebra y se impulsa a través de propuestas
que, en estos momentos deben centrarse en los siguientes aspectos:
1º. Centralidad de la lucha por la consecución del pleno empleo que el
Estado Social y Democrático de Derecho contempla.
2º. Defensa de los derechos sociales.
3º. Defensa de los derechos y libertades democráticos.
4º. La construcción de una Europa unitaria, social y democrática: Unión
Política Europea y Política de Segundad Común estrictamente europea. Rechazo a
la OTAN.
5º. La construcción de un nuevo Estado (Federal y Solidario) en el marco de una auténtica unidad
europea.
Por eso, el llamamiento específico que en nombre de la dirección hago a todo
el PCE significa una convocatoria urgente y perentoria para que apliquemos en
desarrollos concretos la necesaria acción de respuesta acompañada de los
contenidos alternativos:
Sedes abiertas para conferencias, coloquios y charlas.
Sedes abiertas para el debate de los problemas del entorno y de los
problemas globales de la sociedad española y de los trabajadores y de las
trabajadoras.
Folletos, octavillas, pasquines, etc. sobre los diversos temas y materias
que afectan a los trabajadores y trabajadoras y al pueblo en general.
Búsqueda de espacio de encuentros y de alianzas, fundamentalmente en la
base, con otras fuerzas políticas, sociales y culturales. La unidad de la
izquierda, tal y como la estamos proponiendo ó sube desde abajo como un mar
incontenible, o no se hará nunca.
Autonomía y libertad para la creatividad específica de cada organización, de
cada hombre y de cada mujer, dentro del marco global de la movilización.
Y sobre todo ello, la aplicación de los acuerdos y propuestas de movilización
aprobadas por el Consejo Político Federal de IU y los distintos niveles de
dirección que lo desarrollan. Apoyo a movilizaciones y convocatoria de las
mismas. Explicación y participación son los ejes que permiten la construcción
de una conciencia social activa.
Hacer posible, mediante la información y la adecuada explicación de temas
como los PGE, el desarrollo del Pacto de Toledo o la convergencia nominal de
Maastricht, sean entendidos y entendibles por los hombres y mujeres que van a
padecer sus consecuencias.
Y queda una última consideración que la dirección del PCE quiere hacer desde
la serenidad, desde la tranquilidad y también desde la firmeza: el PCE constata
que los contenidos más del Estado Social y Democrático de Derecho recogidos en
nuestra Constitución ni están siendo desarrollados, ni se están cumpliendo y,
lo que es peor, se están haciendo políticas económica y sociales propias del
neoliberalismo y por tanto incompatibles con dicha Constitución.
El Consenso Constitucional, el Pacto Constitucional ha sido mantenido por el
PCE con una ejemplaridad a todas luces demostrada. Los poderes económicos,
fuerzas políticas, grupos sociales y colectivos enquistados en los aparatos de
Estado con prácticas anticonstitucionales vienen vaciando de contenido el
Estado Social y Democrático de Derecho. Si en mi intervención he leído el
articulado que en la Constitución Española va desarrollando el citado Estado
Social y Democrático de Derecho es para advertir que esa es la parte que tienen
que cumplir los poderes públicos y quienes los sostienen. De no ser así, y ante
la creciente degradación de la Democracia y de la Justicia Social, el PCE se
considerará libre de consensos y denunciando el incumplimiento de los demás
pondrá en la primera línea de su propuesta contenidos y fórmulas de Estado
enraizados en nuestra teoría política, en nuestra historia y en algo muy
importante: nuestra cultura y nuestros sentimientos.
¡Viva el Partido Comunista de España!