martes, noviembre 05, 2019

“Por qué voy a votar a Unidas Podemos”. (I)

                                                                        
                                Si no estáis atentos a los Medios de Comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido.

                       Malcolm X. Activista norteamericano por los derechos civiles 

Este articulo comienza con la famosa frase de Malcolm X sobre los medios de comunicación, ante la importancia que estos tienen en la conformación de la opinión y voluntad de la ciudadanía –como antaño la insidia y la rumorología popular- y que, como hemos visto semanas atrás con el seguimiento de los sucesos en Cataluña y la exhumación del criminal dictador Franco, no siempre se realiza con responsabilidad, más bien de forma obscena. Comienza así, también, en el entendimiento que las redes sociales forman parte de esos medios de comunicación. Hemos conocido la denuncia pública, ante la junta electoral y la fiscalía contra el PP por la falsa campaña y en negativo, usurpando el nombre un líder de un partido de izquierdas, contra la izquierda, en la que está implicado –indirectamente a través de sus pipiolos- el propio Teodoro García Egea candidato del PP por la Región de Murcia y responsable nacional de la campaña del partido conservador. 

 Cabe aquí, recordar la famosa frase de que “no todo vale en política”. 


 II

El día 10 de noviembre nos jugamos mucho más que la fácil y simplista comparación deportiva del resultado final, de la loca carrera por los votos, en la que la verdad a medias –la peor de las mentiras- y la manipulación son la tónica habitual de determinados partidos para esconder las auténticas intenciones si llegan al poder. Conscientes de que nadie se lee los programas. 

 Nos jugamos, además, el futuro de nuestros hijos e hijas, nietos y nietas y el nuestro más inmediato. Nos jugamos la construcción de una sociedad que defiende los derechos humanos y el progreso social en sus términos más amplios, o por el contrario, se instaura un sistema totalitario e intolerante, negacionista con el progreso del ser humano hacia la igualdad, para devolvernos mental, social y políticamente varios siglos atrás.

Todo ello, con la complicidad de la religión, los poderes económicos y mediáticos. Así, vemos como nuevamente en la historia de la humanidad los poderosos y sus adláteres utilizan las banderas, la religión y las más bajas pasiones –esto vale para el nacionalismo español y para el catalán- para entretener al pueblo y seguir robándole su dinero, sus derechos y establecer la explotación del planeta y del ser humano sin medida. Lo que ellos y ellas llaman “libertad”.


 III 

Lo anteriormente descrito puede servir para, en líneas generales, argumentar el voto a la fuerza política -Unidas Podemos- que defiende a las clases populares y trabajadoras y que se sitúa en las antípodas de las fuerzas de la derecha y extrema derecha. Los conservadores y neofascistas siempre salen a defender sus intereses de “clase” explotadora, pendenciera y corrupta –sí, las clases existen-. 

El domingo irán a misa de 12 y después a votar a pesar de la corrupción, el robo, el engaño, la mediocridad y la incompetencia de las que ha hecho gala en los gobiernos las distintas versiones de la derecha patria. En eso, también se diferencia de la izquierda, siempre más crítica y que ante determinados errores o actitudes nos ponemos exquisitos y no votamos o en su caso lo hacemos en blanco, o en el peor de los casos lo más fragmentados posible dejando a las fuerzas de las derechas extremas el campo libre: Andalucía, Madrid, Murcia… 

Soy de los que aún no se le ha pasado el cabreo por la gestión de los resultados del 28 de abril por parte de Unidas Podemos ante la situación política, social y la actitud de Pedro I “el soberbio” y el PSOE que quería un gobierno gratis total para tener las manos libres y hacer felices a los poderosos que lo están presionando. ¡¡ Sí !!, no compro el relato del PSOE de que Unidas Podemos no quería acuerdo. 

Por ello, soy de los que apostaban porque no se repitieran elecciones, por darle el gobierno al PSOE y pasar a la oposición a darles caña a estos sociatas de pacotilla, reincidentes en el olvido de la clase obrera. Echando por tierra la estrategia de los que “cuanto peor mejor” de Iván Redondo que se vende al mejor postor y asesor de cabecera de Pedro Sánchez. 

Pero, a lo hecho pecho, que la hierba no nos deje ver el bosque de la explotación, el robo, la corrupción, el ataque a la naturaleza y las políticas de PP, PSOE, Ciudadanos y Vox contra las clases populares y trabajadoras. Tengo claro, a pesar de todo, quienes son los míos: los y la que defienden la subida del salario mínimo, la garantía de una pensión digna, de un salario suficiente, del derecho a la vivienda, la salud y la educación pública y de calidad, quienes defienden la “pacha mama” (la naturaleza) y la igualdad de derechos entre el hombres y mujeres y, lo más importante, los derechos humanos. 

Y hoy por hoy, solo Unidas Podemos representan esos valores, no es tiempo de ponerse exquisitos, la historia nos lo reconocerá. 

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