miércoles, marzo 25, 2015

Las Marchas de la Dignidad vuelven a Madrid

Para el PCE las marchas son hoy el marco unitario más amplio y de unidad popular en el que es posible una amplia convergencia en torno a un programa de mínimos para cambiar el actual rumbo político.
  Ginés Fernández González 11/02/2015

 
(Cartel UJCE-PCE para Marchas de la dignidad marzo 2015)
Las Marchas de la Dignidad vuelven a Madrid y lo hacen el día 21 de marzo. Un año después de que citaran en Madrid a más de un millón de personas en una convocatoria unitaria de amplios colectivos sociales, políticos y sindicales, con el objetivo de aglutinar el conjunto de acciones en una agenda o marco común para golpear más fuerte al poder con movilizaciones unitarias, contundentes y sostenidas en el tiempo hasta que se cumpla el “programa” establecido en el manifiesto de las marchas (se puede consultar en www.marchasdeladignidad.org).

El movimiento que ha hecho celebre el lema “pan, trabajo y techo” como significativo resumen del conjunto de sus reivindicaciones y que enmarca las necesidades más perentorias de la mayoría social de España, vuelve con el objetivo de recodarle a este gobierno títere que no ha cumplido con ninguna de las reivindicaciones, que ha hecho oídos sordos a las peticiones de la mayoría social para tener una vida digna.

Desde el movimiento de las Marchas de la Dignidad se considera necesario la realización de una seria advertencia al gobierno y al poder: señalarles que no vamos a parar hasta conseguir nuestro objetivo de parar las mal llamadas políticas de “austeridad” -que no son nada más que recortes de derechos, muchos de ellos conseguidos en años de lucha de la clase trabajadora- y que se apliquen políticas que cubran las necesidades básicas, que generen empleo, medidas contra la corrupción y contra el pago de la deuda, entre otras.

El PCE, que forma parte de las Marchas de la Dignidad desde el principio, apoya las movilizaciones y considera necesario que se constituyan comités o plataformas de las marchas en el ámbito local, en los pueblos, en las comarcas, etc., para conseguir la máxima fuerza desde la unidad de todas aquellas personas y colectivos que luchan contra las políticas de la Troika que empobrecen a la mayoría social y enriquen a una minoría selecta. Para el PCE las marchas son hoy el marco unitario más amplio y de unidad popular en el que es posible una amplia convergencia en torno a un programa de mínimos para cambiar el actual rumbo político desde una opción claramente de clase y representativa de la mayoría social trabajadora, de sus problemas, inquietudes y soluciones.

En la asamblea de las Marchas celebrada en Cangas, en aras a la consecución de los objetivos marcados se concretaron los siguientes acuerdos:

- La vuelta a Madrid el día 21 de marzo, en un formato parecido al del 22M del 2014, con movilizaciones en los territorios, asambleas debates, acciones a modo de concienciación y movilización social de cara a potenciar y/o constituir Comités de las Marchas en todos los pueblos, comarcas, etc. base para el éxito de la movilización y apuntalar tanto las movilizaciones territoriales como el llamamiento a desplazarse a Madrid.

- La realización de al menos tres jornadas de marchas en cada recorrido por territorio o columna y dos/tres días de actividades en el entorno de Madrid. Los territorios en función de sus características concretarán las acciones. La constitución de una comisión compuesta por una persona por cada columna de territorio y organización de las que componen las marchas, para la organización de la movilización. Y una especial coordinación de las columnas con la organización de Madrid en lo referente a recorridos, permisos, estancias, etc. Reforzar el servicio de orden y la concreción de su actuación durante el recorrido, para que no sucedan hechos como los ocurridos en la movilización del 22 de marzo del año pasado.

- Y la convocatoria de una próxima reunión el 14 de febrero en Madrid de la Asamblea de las Marchas, en donde se concreten y ultimen todas las cuestiones referentes a la organización del 21-M. En relación a la fecha, hay convocadas elecciones a la Junta de Andalucía para el 22-M. El PCE apoya la propuesta de cambio de fecha de las marchas para que la campaña electoral no contamine el proceso de movilización, cuestión pendiente de acuerdo en la Coordinadora de las Marchas con la fecha alternativa de 11 de abril.

Con más fuerza

La situación en la que se encuentra la sociedad en España lejos de haber cambiado desde el pasado mes de marzo ha empeorado, aumentan los desahucios, especialmente sangrantes los realizados por los fondos buitres tras la venta de la viviendas públicas por parte de las administraciones, un verdadero drama social con el expolio público de fondo. La pobreza aumenta hasta afectar a un 30% de la población, casi dos millones sin ningún tipo de ingresos y la protección del desempleo se ha reducido al 40%. La precariedad laboral aumenta con los efectos de las reformas laborales, los contratos son cada vez de menos tiempo y menos salario y se ha establecido una explotación laboral cercana a la esclavitud. La brecha social se agranda, los ricos son cada vez más ricos y los pobres más y cada vez más pobres.

Lejos de las campañas del gobierno y de los poderes económicos que lo apoyan con el argumento de que estamos saliendo de la crisis, de la recuperación que no llega a la mayoría de la población, los datos nos arrastran a la cruda realidad, la crisis está sirviendo para esclavizar a la población y aplicar las políticas de recortes que nunca soñó el capitalismo.

En este marco cobran especial actualidad las reivindicaciones de las Marchas de la Dignidad: el no pago de la deuda, y la modificación de la redacción actual del artículo 135 de la Constitución Española, que es la gran losa que sustenta un sistema económico y social que incumple los más elementales derechos humanos. La derogación de las reformas laborales culpables de la precariedad y empobrecimiento de la clase trabajadora, medidas como el reparto del trabajo con la implementación de la jornada laboral a 35 horas sin pérdida de poder adquisitivo y la estabilidad en la contratación con un salario digno y suficiente.

También la defensa de lo público y la nacionalización de los sectores estratégicos como la energía, los transportes, etc. Políticas de empleo de calidad y de especial atención a la mujer y la juventud, así como la ampliación de la protección social.
 
 Públicado en el Nº 281 de la edición impresa de Mundo Obrero febrero 2015

No hay comentarios: