miércoles, marzo 25, 2015

La lucha por la dignidad es la batalla por otra sociedad

Mundo Obrero
De mes en mes/diciembre 2014

Antes incluso de que estallara la crisis-trampa, en el PCE e IU se habían hecho análisis y realizado las correspondientes propuestas para cambiar, para transformar el modelo de sociedad, todo ello, fruto de la realidad que tocaba vivir y las líneas en las que el neoliberalismo cimentaba los tratados europeos y las políticas de los gobiernos del PSOE y del PP en España.

La ruptura con el pacto constitucional del 78 ya la anunció Julio Anguita en una fiesta del PCE, cuando era su secretario general, causando, por cierto, un gran revuelo político y mediático. Izquierda Unida siempre tuvo clara su posición sobre el Tratado de Maastricht, el euro y los posteriores tratados apoyados por unos partidos que representan a las clases más pudientes y a la burguesía. También elaboró un proyecto de modelo de Estado federal, democrático y solidario trabajado de forma amplia interna y externamente y del que algún dirigente vasco llegó a decir que lo apoyaría si no fuera porque él era independentista. El programa de IU tiene reivindicaciones históricas fruto de la elaboración colectiva de más de seis lustros. Tenemos muchos ejemplos. El Plan Energético Alternativo elaborado con Ecologistas en Acción. La propuesta sobre el tema de las drogas de los programas de los años 90, para la legalización de la marihuana y venta de las sustancias en establecimientos farmacéuticos con control médico, rompiendo con el monopolio de las mafias. La propuesta de las jornada de 35 horas, trabajar menos para trabajar todos, que consiguió más de un millón de firmas, sin el apoyo de los sindicatos mayoritarios. Las propuestas de regeneración democrática con la reforma del Congreso y del Senado, la elección del Fiscal General por el Congreso. Las propuestas de reforma de la Constitución en un sentido social y de clase para defender los derechos de la clase trabajadora. La propuesta económica de Desarrollo Sostenible de 1996, concepto acuñado en IU, con Salvador Jove a la cabeza del proyecto. Estas entre otras muchas.

Pero también, más recientemente, el programa económico presentado al gobierno para la recuperación económica con otro modelo productivo. Las propuestas contra la corrupción sistémica. La lucha contra los desahucios que ya iniciara Dolores Ibárruri. El Plan de creación de empleo que Cayo Lara no se cansa de reivindicar. Los temas de la deuda, Europa, el euro y elementos de una lucha permanente contra el bipartidismo. Solo hay que recordar el discurso de las dos orillas.

Cuando desde el PCE e IU se decía que el modelo productivo del ladrillo iba a traer consecuencias que afectarían de forma grave a la sociedad, eran muchas las voces que nos llamaban agoreros, incluso muchos de los que hoy se han sumado al discurso de PCE/IU, lo asumen como propio o lo visten. Así, el 15M hizo suyas muchas de las propuestas y avanzó un modelo de democracia participativa más allá de los partidos políticos, el PSOE las desvirtuó copiándolas, muchos movimientos sociales las asumieron y las desarrollaron y ahora Podemos las “remoza” pero en programa no aporta nada que antes no estuviera en los papeles y en las calles.

Las Marchas de la Dignidad han hechos suyos muchos de los planteamientos de la izquierda alternativa y transformadora que representan PCE e IU. Pero también han llegado más allá, avanzando en propuestas como el no pago de la deuda y la salida del euro, reclamando con ello que los partidos den un paso más, lleven la imaginación al poder y hagan posible que estas peticiones sean una realidad, que hoy por hoy son la base de la losa que tiene la sociedad encima para poder desarrollar otro modelo de sociedad, otro modelo de país.

IU y el PCE siguen trabajando en la elaboración de propuestas para la construcción de un nuevo modelo social, democrático y económico, en definitiva un nuevo modelo de sociedad, una nueva forma de entender la democracia a la de los poderes económicos y mediáticos que dominan al poder político existente, yendo al encuentro de las gentes para darles poder, de los problemas y de sus soluciones, con el objetivo de que los ciudadanos sean participes de las decisiones que les afectan en su futuro.

Y en este encuentro hay perfil. IU como proyecto alternativo tiene perfil y debe acentuarlo. Poner en valor el modelo de movimiento político y social y el papel preponderante de las Áreas de Elaboración Colectiva como forma abierta a la participación de la gente. Acentuar el discurso de reforma democrática, de construcción de la alternativa desde posiciones de clase y de izquierdas que es una seña de identidad del proyecto transformador que es IU, desde un enfoque de confrontación con los poderes fácticos.

Pero si hay algo que es consustancial con el ADN de nuestra formación es el espíritu republicano. Caminar hacia el proceso constituyente que deseamos para este país es caminar hacia una constitución republicana que contemple y desarrolle la declaración Universal de los Derechos Humanos, la Carta de la Tierra, que desarrolle los derechos de los ciudadanos para que tengan PAN, TRABAJO, TECHO Y DIGNIDAD.

En el PCE tenemos una propuesta republicana elaborada de forma amplia. Es el momento de explicarla conjuntamente con las acciones que la JER está llevando a cabo con la recogida de firmas. IU debe aportar a este proceso un discurso republicanista, desde el humanismo revolucionario que llegue a amplios sectores de la sociedad ávidos de una alternativa creíble y consistente. ¿Y por qué no? Un proceso constituyente que aborde las próximas elecciones como plebiscitarias para una nueva constitución. E aquí nuestro propio perfil.

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