De mes en mes/marzo de 2009.
Mundo Obrero.
Por el camino adecuado
Muchos de los y las asistentes a la Conferencia de Cayo Lara, en el Foro de Nueva Economía realizada el pasado día 23 de febrero (con perdón) y que tienen o no filiación de IU, escucharon un discurso en el que el Coordinador General de la tercera fuerza política del país, introducía en las salas del hotel Ritz de Madrid a los que sufren los efectos de la crisis, los parados, los sin recursos, los expedientados de empleo, los sin techo, etc., ante un auditorio variado y heterogéneo: militantes de la organización, dirigentes políticos y sindicales, empresarios!, periodistas incluso alguno de telepocero e imagino que algún curioso que deseaba escuchar a un comunista que se precia de serlo y dirige IU desde la última Asamblea. Y creo que sorprendió por su convicción en romper con una atonía que embarga las palabras de muchos políticos de lo políticamente correcto.
Cayo desgranó las causas y las características de la crisis instalada en la economía y en la sociedad, no solo española sino también mundial, así como las líneas de la propuesta de IU, para ir abordando soluciones a la situación de los trabajadores y de las PYMES. Sí, de las PYMES y de los autónomos, ya sabemos que de todo hay en la viña del señor, pero son las que más empleo crean y las que están en malas condiciones, como lo están también y en su caso mucho peor, los trabajadores asalariados. El texto integro de la conferencia está en la web del PCE (www.pce.es) por lo que ahorraré explayarme de lo contenido en él. Me quedo con la apertura del mismo: “Esta tarde cuando se oculte el sol, toda la población activa de una ciudad de 13.000 personas se incorporará a la cifra del paro en nuestro país. Esta noche, cuando salga la luna, 3.400.000 personas hablarán en sus casas del drama del paro que sufren en carne propia, y más de un millón masticarán la amargura de no tener ni subsidio de desempleo. Esta noche, en 827.000 hogares españoles, en los que no tiene trabajo ningún miembro de la unidad familiar, se acostarán con el sueño de que tal vez mañana alguno encuentre un trabajo.
Mientras todo esto ocurre, unos cuantos dormirán tranquilos porque aseguraron sus inmensas fortunas en uno de los 44 paraísos fiscales que hay en el mundo. Los altos ejecutivos de las empresas del IBEX no se despertarán sobresaltados porque sus salarios medios son 66 veces superiores a los de los 11 millones de mileuristas que hay en España. Los banqueros no tendrán remordimientos de conciencia por exhibir retribuciones que se mueven entre los 3 y los 6 millones de euros anuales, y otros especuladores se acostarán pensando dónde invertir para ganar el máximo beneficio en el menor tiempo posible. Yo, hoy, me siento un privilegiado entre los primeros y un asombrado ante los segundos. Asombrado porque el ser humano, por la ambición infinita de acumular, ha renunciado a sus valores y es capaz de generar tanto sufrimiento a millones de seres humanos violando, sin piedad, la Declaración Universal de los Derechos Humanos”. Toda una declaración de intenciones al principio de la misma, en la que no hizo falta citar a Churchill, ni a otro ilustre, sólo el reflejo de la preocupación de la gente. También es de resaltar el espíritu anticapitalista de la misma en consonancia con el carácter de la organización y la propuesta política aprobada en la IX Asamblea Federal de IU.
Es posible que alguien de dentro y de fuera de la organización no le gustara por el rojo de su contenido. Reconozco que a mí, sí, aunque le faltase un poco de concreción en determinados temas, que como dice Cayo se irán incorporando. Le gusta decir a Paco Frutos Secretario General del PCE, presente en la conferencia, que es necesaria una política de corte humanista frente a tanta barbarie del ultraliberalismo. La intervención de Cayo Lara llevaba una fuerte dosis de humanismo realista de izquierdas; es más, avanzó a “meterse en el bancal” de la construcción del socialismo del siglo XXI todavía en pañales, es verdad que fue grato que en esas vetustas salas que han acogido y acogen tanto lujo, inaccesibles para una parte muy amplia de la población, se escucharan palabras tan disonantes con la decoración. Como en una fábula, no sólo sean las palabras, sino las gentes, todos los ciudadanos, los que en un día no muy lejano, en una sociedad más igualitaria tengamos los mismos derechos y la igualdad de acceso en las mismas condiciones sociales, las mismas oportunidades de disfrutar de una vida mejor, sin clases.
Atacó Cayo a la banca insaciable y a una patronal de paleolítico, a los unos porque no abren el crédito a las familias y a las pequeñas empresas asfixiadas, que van desapareciendo día a día y con ellas el empleo, a los que el dinero recibido de las arcas públicas (o sea de todos nosotros) está siendo para tapar sus vergüenzas contables, fundamentalmente en quedarse con las viviendas de los hipotecados e hipotecadas y, a los otros por repetir cual loros las recetas del medievo del despido libre y gratuito, ¡ más todavía ¡, ya sólo les queda pedir el trabajo esclavo (Cayo Lara dixit). Gusta el camino trazado por Cayo con el lenguaje sencillo y claro, de denuncia y reivindicativo que la izquierda estábamos echando en falta, el de las 35 horas, el de la movilización, el de la protesta y la propuesta, el de la huelga general con los sindicatos, en definitiva, el de la izquierda que quiere ser alternativa. Parece que se va por el camino adecuado.
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