Editorial de Mundo Obrero / abril 2007
"Renunciar a nuestra libertad es renunciar a nuestra calidad de hombres, y con esto a todos los deberes de la humanidad". Johann Wolfgang von Goethe.
El 9 de abril de 1977 el Partido Comunista de España fue legalizado por el gobierno de Adolfo Suárez. Se cumplen 30 años de la legalización del "Partido" como durante tanto tiempo se le llamó, y aun se le sigue llamando. El PCE fue el partido que más luchó de forma firme y notoria contra la dictadura franquista y por las libertades de l@s español@s, mención aparte la lucha por la defensa de la II República, lo que supuso que muchos y muchas luchadoras anti-franquista y por las libertades se acercaran o afiliaran al PCE, y esto hizo de la organización del partido, una organización abierta para que en su seno convivieran diversas opiniones, incluso ideológicas, que después se expresaron como tales. Posiblemente de ahí su riqueza, aunque también su complejidad.De lo que nadie puede dudar, y hacerlo daña la razón, es que "el Partido" fue actor principal en la lucha por la democracia y por las libertades y un referente para los trabajadores. Muchos dirigentes, militantes y simpatizantes dieron su vida o sufrieron la cárcel por un ideal, por una España libre del yugo del fascismo; algunos de ellos incluso en los estertores del criminal fascista. Enumerar a todos nuestros camaradas sería interminable. Este aniversario es para recordar a estos héroes. Sí, héroes que no dudaron en enfrentarse en desigualdad de condiciones con el fascismo y su aparato represor, y nos dieron un ejemplo. Hoy cuando la derecha sale a la calle a reivindicar su pasado y la política de esos oscuros 40 años de represión, no podemos verlos impasibles en la calle o en los medios de comunicación con sus símbolos ilegales. Saquemos los nuestros. La bandera republicana es legal según sentencia judicial pues representa una ideología democrática, también la hoz y el martillo, símbolos del glorioso Partido Comunista de España. Puede que haya quien se empeñe permanentemente en recordar la parte más compleja y posiblemente dura de esta etapa reciente de los más de 85 años del PCE sobre aspectos de la transición, discutibles. El partido ha hecho su autocrítica y la hace, y ejemplo de ello es el XVII Congreso, el último. Pero no se queda en relamerse heridas hoy superadas para la militancia -tesoro inagotable de este partido- que desea que "el Partido" se sitúe en una propuesta política para la consecución del socialismo en el presente siglo.El PCE ha sido y es un partido de vanguardia, máxime en cuanto a la conexión y relación con esa sociedad que se mueve y que quiere cambiar el actual estado de las cosas, las enseñanzas de Pepe Díaz, Dolores Ibárruri (Pasionaria) y de tantos otros, de unidad frente al enemigo y adversario, tienen un poso en "el Partido". Posiblemente haga falta removerlo en estos tiempos difíciles. Lógicamente, desde nuestra óptica marxista fuimos y somos impulsores de plataformas políticas, sociales y sindicales que han jugado y juegan un papel importante en la vida española, aunque es posible que a estos años vista también merezcan una reflexión por parte del Partido. Hoy que en tantos ámbitos se ataca y cuestiona el comunísimo, los ideales del socialismo y el Partido, hay un espacio para dar un paso al frente y decir: "Hasta aquí". Con nuestros errores y aciertos somos comunistas, nos organizamos en un Partido marxista, obrero y republicano, vamos a defender nuestra ideología en la sociedad y en los ámbitos en los que estemos, demos un paso al frente de nuestra historia y en la memoria de nuestros héroes, muchos de ellos anónimos.
"Renunciar a nuestra libertad es renunciar a nuestra calidad de hombres, y con esto a todos los deberes de la humanidad". Johann Wolfgang von Goethe.
El 9 de abril de 1977 el Partido Comunista de España fue legalizado por el gobierno de Adolfo Suárez. Se cumplen 30 años de la legalización del "Partido" como durante tanto tiempo se le llamó, y aun se le sigue llamando. El PCE fue el partido que más luchó de forma firme y notoria contra la dictadura franquista y por las libertades de l@s español@s, mención aparte la lucha por la defensa de la II República, lo que supuso que muchos y muchas luchadoras anti-franquista y por las libertades se acercaran o afiliaran al PCE, y esto hizo de la organización del partido, una organización abierta para que en su seno convivieran diversas opiniones, incluso ideológicas, que después se expresaron como tales. Posiblemente de ahí su riqueza, aunque también su complejidad.De lo que nadie puede dudar, y hacerlo daña la razón, es que "el Partido" fue actor principal en la lucha por la democracia y por las libertades y un referente para los trabajadores. Muchos dirigentes, militantes y simpatizantes dieron su vida o sufrieron la cárcel por un ideal, por una España libre del yugo del fascismo; algunos de ellos incluso en los estertores del criminal fascista. Enumerar a todos nuestros camaradas sería interminable. Este aniversario es para recordar a estos héroes. Sí, héroes que no dudaron en enfrentarse en desigualdad de condiciones con el fascismo y su aparato represor, y nos dieron un ejemplo. Hoy cuando la derecha sale a la calle a reivindicar su pasado y la política de esos oscuros 40 años de represión, no podemos verlos impasibles en la calle o en los medios de comunicación con sus símbolos ilegales. Saquemos los nuestros. La bandera republicana es legal según sentencia judicial pues representa una ideología democrática, también la hoz y el martillo, símbolos del glorioso Partido Comunista de España. Puede que haya quien se empeñe permanentemente en recordar la parte más compleja y posiblemente dura de esta etapa reciente de los más de 85 años del PCE sobre aspectos de la transición, discutibles. El partido ha hecho su autocrítica y la hace, y ejemplo de ello es el XVII Congreso, el último. Pero no se queda en relamerse heridas hoy superadas para la militancia -tesoro inagotable de este partido- que desea que "el Partido" se sitúe en una propuesta política para la consecución del socialismo en el presente siglo.El PCE ha sido y es un partido de vanguardia, máxime en cuanto a la conexión y relación con esa sociedad que se mueve y que quiere cambiar el actual estado de las cosas, las enseñanzas de Pepe Díaz, Dolores Ibárruri (Pasionaria) y de tantos otros, de unidad frente al enemigo y adversario, tienen un poso en "el Partido". Posiblemente haga falta removerlo en estos tiempos difíciles. Lógicamente, desde nuestra óptica marxista fuimos y somos impulsores de plataformas políticas, sociales y sindicales que han jugado y juegan un papel importante en la vida española, aunque es posible que a estos años vista también merezcan una reflexión por parte del Partido. Hoy que en tantos ámbitos se ataca y cuestiona el comunísimo, los ideales del socialismo y el Partido, hay un espacio para dar un paso al frente y decir: "Hasta aquí". Con nuestros errores y aciertos somos comunistas, nos organizamos en un Partido marxista, obrero y republicano, vamos a defender nuestra ideología en la sociedad y en los ámbitos en los que estemos, demos un paso al frente de nuestra historia y en la memoria de nuestros héroes, muchos de ellos anónimos.
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