Mundo Obrero
De mes en mes/mayo 2014
Lleva el gobierno del Partido Popular, vocero de los poderes fácticos de
este país, clamando meses por una imaginaria recuperación. En esa
campaña está empleando todos los recursos a su alcance como las
instituciones, el presupuesto y los medios de comunicación del
bipartidismo monárquico. Esta cuestión ya la hemos tratado en Mundo Obrero.
Lo ocurrido en estas semanas es digno de mencionar. En medio de la
campaña de la “recuperación” se publican los datos de la EPA. Como
siempre los “impopulares” se agarran al clavo ardiendo de la
imperceptible cifra de creación de empleo del primer trimestre de año:
2300 personas, con la intención de vender humo a la opinión pública de
ir -como dice su lema de campaña- “en la buena dirección”, pero lejos de
ello los datos de EPA son un guantazo en todo el rostro de esta derecha
mentirosa y manipuladora.
La EPA publicada en el mes de abril nos dice que el desempleo sigue
situado en la barrera de los 6 millones, el 25,93% de la población,
5.933.000 personas. Se han destruido más de 79.000 empleos en un año,
una bajada en la población activa de más de 184.000 y casi 2.000.000 de
hogares con todos sus miembros en paro. Además, los salarios han tenido
una pérdida del 10% con las reformas laborales, hay más trabajo precario
y el 66% de los desempleados lleva más de dos años buscando empleo.
En la primera semana de mayo el ejecutivo de Mariano Rajoy ha presentado
el plan económico a aprobación de la Troika que desmonta el objetivo
fundamental del PP a su llegada al Gobierno, que no era otro que la
creación de tres millones de puestos de trabajo. El llamado Programa de
estabilidad para el periodo 2013-2017 prevé que a finales del año 2015
-cuando se celebren de nuevo elecciones generales- habrá 100.000 parados
menos que cuando el PP llegó al Gobierno. Por lo que, si su aspiración
era crear tres millones de empleos este plan demuestra que ha violado,
vulnerado e incumplido su promesa a los españoles. Este plan es todo un
fracaso de la política económica de Rajoy, es la prueba palpable del
incumplimiento de sus promesas y de estar al dictado de la Troyka.
El gobierno nos quiere vender humo con las previsiones de la Comisión
Europea que han sido revisadas en estas fechas -dicen que al alza- y que
sitúa una previsión de crecimiento para España en torno al 1,1% del PIB
este año -una décima más de lo que vaticinó en febrero, aunque por
debajo del 1,2% que calcula el Gobierno de Mariano Rajoy- y en el 2,1%
en 2015 -cuatro décimas más que en el anterior pronóstico y por encima
del 1,8% que prevé el Gobierno-. Dice, además, que con todas estas
previsiones la tasa de paro no bajará del 24% en un país que se sitúa en
la cifra psicológica de seis millones de parados, prueba palpable de la
tónica y la dirección de la recuperación hacia la minoría privilegiada y
alejada de la mayoría social.
Ya desde la CE prevén que el paro se reducirá pero seguirá siendo alto,
por encima de la media europea, situando los datos de media en el 25,5%
este año y en el 24% en 2015. Estas cifras son aún peores que las que
presentó el Gobierno la semana pasada en su cuadro macroeconómico (24,9%
y 23,3%, respectivamente). El gobierno baraja seguir con las políticas
de empobrecimiento social y las transferencias de riqueza a la minoría
privilegiada siguiendo con los recortes salariales, la reducción de los
costes laborales y próximos recortes solicitados por la Troika.
En estas elecciones europeas nos jugamos mucho; por un lado frenar las
políticas inhumanas de la Troika y por otro ganar en fuerza suficiente
para que no se aplique el Tratado de Libre Comercio entre EE.UU. y la
UE, en el que PP y PSOE están de acuerdo. Este acuerdo supone un intento
de constituir un área de libre comercio y un acuerdo de inversiones
entre los dos lados del Atlántico para impulsar las relaciones
comerciales y constituir un bloque económico que sea capaz de competir a
nivel global con el inmenso mercado Chino o Indio.
El acuerdo, como anteriormente otros, se está negociando con total
secretismo, sin participación de la sociedad civil, y tendrá unas
consecuencias devastadores para el tejido industrial europeo, aumentará
las desigualdades, la pobreza, el desempleo, el sector agrícola en
beneficio de los grandes grupos empresariales e inversionistas.
Aumentará la militarización de la UE, siendo un ejemplo más de la
supeditación de la UE a los EEUU. Es a todas luces indignante que la UE,
tras el gran escándalo del espionaje a jefes de gobierno y líderes
europeos, siga negociando con los EEUU.
Este acuerdo provocará la destrucción del poco sector productivo que
queda en la UE. Las empresas norteamericanas con mucho mayor tamaño que
las europeas supondrán el definitivo cierre de muchas factorías de menor
tamaño. Saldrán beneficiadas las grandes multinacionales europeas que
podrán competir en el mercado en pie de igualdad, pero no las PYMES, que
se verán devoradas por las grandes empresas. Para el sector agrícola,
tendrá un gravísimo impacto sobre los ingresos de los agricultores
europeos que no pueden competir con un país donde el tamaño medio de las
explotaciones es casi 8 veces mayor. El sector audiovisual también se
encontraría en grave riesgo debido a la competencia con grupos de
comunicación desarrollados en un mercado de casi 300 millones de
habitantes con el mismo idioma. La diversidad cultural y lingüística de
Europa produce empresas de mucho menor tamaño que no podrían competir en
igualdad.
Este acuerdo no solo establece la cooperación en materia de comercio,
sino que también establece numerosos puntos de convergencia en materia
de seguridad que implican un mayor vínculo, como potencias militares. Se
incrementará la alianza y los vínculos militares con EE.UU., lo que
supone compartir su política imperialista, los crímenes cometidos en
todos los países del mundo y asumir sus objetivos geopolíticos como
propios. Además, el acuerdo supondrá un debilitamiento de las relaciones
comerciales con otros bloques económicos como América Latina o Asia. La
Unión Europea perderá las posibilidades de negociación bilateral con
otras zonas que se encuentran en procesos económicos de crecimiento, así
como la pérdida de la independencia diplomática de la Unión Europea y
subordinación a la política exterior estadounidense. También supondrá un
nuevo intento para la introducción de las agresivas legislaciones
estadounidense en términos de derechos de autor y patentes.
En definitiva, este acuerdo supone un nuevo paso en la colonización
económica, política y jurídica de los Estados Unidos de Norte América
para Europa.
El 25 de mayo las gentes de izquierdas estamos llamadas a la gran
movilización, como dice Willy Meyer cabeza de lista de la candidatura de
IU: la Izquierda Plural. Los y las que hemos estado en la calle
protestando contra las políticas de la Troika, los recortes de derechos y
de libertades por el gobierno del PP, y también por los del PSOE,
tenemos la oportunidad de darles una patada a los que siguen los
dictados de instituciones que nadie ha elegido democráticamente para
gobernar sus destinos. El 25 de mayo, nos jugamos que el futuro sea
mejor, que la economía esté al servicio de las personas, y que el empleo
de calidad y con salario suficiente, conjuntamente con unas
prestaciones suficientes para vivir con dignidad sea la prioridad de las
instituciones europeas. Para ello es necesario concentrar el voto de la
mayoría social trabajadora y que la izquierda de verdad, la izquierda
comprometida con la gente tenga fuerza en Europa. Esa izquierda es IU y
la Coalición de la Izquierda Plural.
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