De mes en mes/agosto-septiembre 2013
Mundo Obrero
En los últimos tiempos, los años de la crisis -desde 2007 prácticamente-, la Fiesta se celebra en un contexto difícil, de excepción. Tras seis años y miles de reformas, el bipartidismo PP-PSOE ha apretado la soga alrededor del cuello de la mayoría social y de la clase trabajadora y se ha mostrado incapaz de dar una solución a los problemas de la población, si bien tampoco es ese su objetivo puesto que tienen la vista puesta en otros, como ha quedado demostrado.
En la entrevista al Secretario General del PCE, José Luis Centella, que publicamos en este número, plantea que vivimos tiempos de excepción, en la medida que excepcionalmente negativa es la situación de la población española con unas cifras de paro de escándalo, como inmoral es la situación de las familias desahuciadas y las que engruesan las estadísticas de la pobreza, o las medidas para entregar la sanidad y la educación al capital privado y muchas más que recortan los derechos adquiridos durante décadas de lucha por varias generaciones y que las presentes y futuras no van a disfrutar con la falsa excusa de la crisis.
Ciertamente vivimos tiempos excepcionales, en la medida que es una irregularidad que cuando las clases pudientes tienen más beneficios y prebendas por parte del poder político, progresivamente se vaya empobreciendo a la población conculcando los más básicos derechos humanos y los establecidos en la Constitución Española del 1978 que dicen defender. Y cuando se da la mayor acumulación capitalista posiblemente de la historia reciente, a la vez que es el período con más recursos económicos y tecnológicos en la historia de la humanidad.
Así, el Secretario General del Partido Comunista de España traza un discurso para la Fiesta en el que quede clara la verdad, que se identifiquen a los culpables, en el que se avanzan consecuencias de las políticas impuestas por el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea -organismos internacionales que conforman la troika- erigidos en los nuevos oráculos que vaticinan mil desgracias y plagas si no se cumplen los dictados de sus miserables recomendaciones y que no tienen otro objetivo que la precariedad social, el empobreciendo de la población para esclavizarla y dejarla indefensa ante la patronal y los gobiernos títeres del capital, pues otro de los objetivos es el robo de la soberanía popular en oscuros despachos de tecnócratas que juegan con la vida de la humanidad con algoritmos que garanticen la tasa de beneficio del capital.
Y es en este marco en el que, Centella plantea la necesidad de organizar la rebeldía a través de la resistencia a las políticas de recortes, puesto que como él manifiesta: “Por eso, el primer objetivo del sistema es que todo esto parezca normal, que se asuma que las cosas han cambiado y que no queda otra que la conformidad, pero no nos equivoquemos, hoy conformidad es sinónimo de sumisión”. Y nos avanza que de eso va el XIX Congreso, que se celebra del 15 al 17 de noviembre, de preparar al PCE en la tarea de impulsar la movilización, que califica de masiva, unitaria y sostenida en el tiempo, y sobre la base de una alternativa social, democrática y anticapitalista para la salida de la crisis a favor de la mayoría social trabajadora.
El gobierno del PP, los poderes económicos y la monarquía están en una gran campaña de publicidad para “vendernos” que lo peor ya ha pasado, que estamos saliendo de la crisis y que los “esfuerzos” realizados están dando su fruto. A la vez trasmiten el mensaje de que hay que seguir profundizando en la línea de los recortes, privatizar lo poco que queda de lo público y aún más empobrecimiento social a través de las bajadas de salarios. Pero no es eso lo que manifiestan, por un lado, la realidad social y, por otro, los indicadores económicos.
La oligarquía económica española, sabe que la situación social es crítica, aunque es consciente que todavía las movilizaciones, como dice el FMI, son débiles para el cambio de este gobierno y de sistema. Obviamente no quiere que se fortalezcan las movilizaciones y las protestas e intenta disuadir y dividir a la población con su pueril campaña de publicidad intentando crear una realidad virtual frente a la real. Aquí esta uno de los objetivos que los comunistas debemos concretar en el XIX Congreso: la organización de nuestra clase mediante la comunicación y la información, la amplificación de la verdad, de la realidad frente al ilusionismo de los poderes económicos.
La sociedad se organiza en torno a la información que recibe. Es por lo que se hace más necesario que nunca que el Partido refuerce y amplíe su capacidad de comunicación con la sociedad a través de sus propios medios y de sus simpatizantes y militantes, con la garantía de independencia y de no tergiversación de la información que los medios comerciales realizan, potenciándolo frente a la trasmisión por profesionales pagados por los medios de sistema.
La prioridad del Partido debe ser intermediar directamente con la sociedad en los aspectos que le son propios y también en la información. Hoy es más necesario que nunca Mundo Obrero, que en su versión impresa presenta en este número su nueva cabecera como inicio de un proceso participativo de mejora en los contenidos y en la maquetación actualizándolo a las nuevas necesidades que requiere la acción política del partido.
La 36 edición de la Fiesta del PCE es la fiesta de la rebeldía frente a la conformidad. Nos vemos en la Fiesta.
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