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La Región de Murcia se sitúa por encima de la
media nacional en índice de desempleo con más del 30% de parados y
paradas. 159.364 personas carecen de empleo, más de 14.000 desde junio
del año pasado, 107.000 desde que empezó la crisis, con un nivel de
pobreza que supera el 20% de la población. ante esta situación, y con el
objetivo de levantar un movimiento social que dignifique las
condiciones de vida de las personas paradas en la región, un grupo de
colectivos de parados y paradas locales y comarcales ha constituido la
Marea por el Empleo y la Dignidad Social.
La creciente precariedad del trabajo tras las reformas laborales y que confiere al empresario un poder omnímodo en la relación laboral, fomentando todo tipo de presiones informales enderezadas a degradar las condiciones de trabajo y la proliferación del empleo precario como instrumento decisivo para controlar a los trabajadores, alumbrando una fuerza de trabajo dócil, barato y poco exigente, ha situado a Murcia en una región con más empleo precario y bajos salarios.
Las desigualdades salariales, además de los bajos salarios, hacen que Murcia se situé a la cabeza de las regiones donde más aumenta la pobreza. A esta situación se añaden los efectos del desempleo y la precariedad, como son la falta de recursos para alimentos el pago de la luz, el gas o el agua, y hasta la pérdida de la vivienda.
Todas estas circunstancias han dado lugar a incluir en la política y social, abriendo un abanico de oportunidades hasta ahora no contemplado, la movilización de las personas paradas. Estos, como los trabajadores precarios, constituyen un ejército que necesita organizarse, movilizarse y reivindicar mejoras y derechos, pero sobre todo dignidad. Así lo han entendido en la región de Murcia la Marea por el empleo y la dignidad social convocando la II marcha contra el paro, la precariedad y los recortes, que hace hincapié en que se haga efectivo el derecho al trabajo del artículo 35 de la Constitución y el 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El día 27 de abril se inicia la marcha, en dos columnas, que desde las comarcas del Altiplano y del Noroeste culminaran en la Asamblea Regional de Cartagena el día 7 de mayo, cubriendo más de 200 km y 29 municipios. El día 1 de mayo las columnas se encuentran en Murcia con la manifestación convocadas por los sindicatos, saliendo al día siguiente ya ambas columnas hacia Cartagena.
Las reivindicaciones de los organizadores de la marcha son: planes de empleo comarcales y locales; Renta Básica y garantía de protección social (sanidad y educación); stop desahucios, alquiler social y dación en pago retroactiva; Banco público de alimentos; redes de apoyo; trabajo digno y con derechos; defensa del sector público y de los bienes comunes; que a ninguna persona le quiten el agua, gas o la luz por falta de ingresos; rescatar personas, no a bancos; por una economía social y alternativa al servicio de la ciudadanía y del bien común; banco de tierras mediante cesiones; apoyo al comercio local y microempresas y microcréditos para apoyo a proyectos de autoempleo y economía social.
La creciente precariedad del trabajo tras las reformas laborales y que confiere al empresario un poder omnímodo en la relación laboral, fomentando todo tipo de presiones informales enderezadas a degradar las condiciones de trabajo y la proliferación del empleo precario como instrumento decisivo para controlar a los trabajadores, alumbrando una fuerza de trabajo dócil, barato y poco exigente, ha situado a Murcia en una región con más empleo precario y bajos salarios.
Las desigualdades salariales, además de los bajos salarios, hacen que Murcia se situé a la cabeza de las regiones donde más aumenta la pobreza. A esta situación se añaden los efectos del desempleo y la precariedad, como son la falta de recursos para alimentos el pago de la luz, el gas o el agua, y hasta la pérdida de la vivienda.
Todas estas circunstancias han dado lugar a incluir en la política y social, abriendo un abanico de oportunidades hasta ahora no contemplado, la movilización de las personas paradas. Estos, como los trabajadores precarios, constituyen un ejército que necesita organizarse, movilizarse y reivindicar mejoras y derechos, pero sobre todo dignidad. Así lo han entendido en la región de Murcia la Marea por el empleo y la dignidad social convocando la II marcha contra el paro, la precariedad y los recortes, que hace hincapié en que se haga efectivo el derecho al trabajo del artículo 35 de la Constitución y el 23 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. El día 27 de abril se inicia la marcha, en dos columnas, que desde las comarcas del Altiplano y del Noroeste culminaran en la Asamblea Regional de Cartagena el día 7 de mayo, cubriendo más de 200 km y 29 municipios. El día 1 de mayo las columnas se encuentran en Murcia con la manifestación convocadas por los sindicatos, saliendo al día siguiente ya ambas columnas hacia Cartagena.
Las reivindicaciones de los organizadores de la marcha son: planes de empleo comarcales y locales; Renta Básica y garantía de protección social (sanidad y educación); stop desahucios, alquiler social y dación en pago retroactiva; Banco público de alimentos; redes de apoyo; trabajo digno y con derechos; defensa del sector público y de los bienes comunes; que a ninguna persona le quiten el agua, gas o la luz por falta de ingresos; rescatar personas, no a bancos; por una economía social y alternativa al servicio de la ciudadanía y del bien común; banco de tierras mediante cesiones; apoyo al comercio local y microempresas y microcréditos para apoyo a proyectos de autoempleo y economía social.
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