En el breve espacio de dos días hemos conocido los
parámetros en los que el gobierno de Rajoy plantea los presupuestos
para el año 2014 y los datos del paro del mes de septiembre, todo ello
de camino hacia la imprenta de este periódico. Estos temas los
trataremos en profundidad en el número de noviembre.
El gobierno del Partido Popular ha elaborado unos presupuestos que son generadores de paro y que acentúan el sufrimiento de los sectores populares y de los que viven de su trabajo. Un ejemplo entre muchos, las exenciones fiscales aumentan a las empresas y caen para los particulares.
Los presupuestos vuelven a incidir en los gastos para conseguir el objetivo del déficit marcado por Bruselas, déficit desbocado, ya que según los datos que conocemos de los seis primeros meses de este año, no acabará en el 6,2%, como era la previsión del gobierno, sino que lo superará. Son los presupuestos en los que la deuda se sitúa en 100% del PIB, con unos intereses de más de 36.500 millones de euros. Son los presupuestos del aumento de la deuda pública mediante la asunción de la privada de los bancos y del sector privado, en los que no hay partida de devolución de lo prestado a la banca, y sí se conoce que se da por perdida una parte de lo que se entregó para “ayudar” a las entidades en crisis.
Estos presupuestos dan un nuevo hachazo al sector público y a los servicios públicos, mediante el deterioro de los mismos y de la administración pública a través de la congelación salarial de sus trabajadores; el recorte en la tasa de reposición de efectivos por los que sólo uno de cada diez jubilados será sustituido, así como los recortes en los ministerios que afectan a partidas importantes como son la inversión pública que cae a niveles de los años ochenta.
En definitiva, son unos presupuestos generadores de paro, que atacan a los servicios públicos y abundan en los aspectos económicos de antes de la crisis como son el ladrillo y el turismo de baja de calidad, además de complacientes con la troika.
Los datos del paro vienen a corroborar lo que planteamos sobre los presupuestos y es que, por más que se agarren a un clavo ardiendo para argumentar que estamos saliendo de la recesión, lo que estamos es en estancamiento inestable, en palabras de José Antonio García Rubio. La cifra de parados, según el SEF, es de 4.724.355 personas desempleadas, que por más que la campaña de marketing del PP y de sus acólitos digan lo contrario, no ven que nada se mueva a su favor. Otra cosa es en las grandes macro cifras, las de los beneficios de los de siempre.
Los datos del paro nos dejan algunos aspectos a reseñar. Por un lado está el aumento del desempleo en los jóvenes y entre los que terminan sus estudios en busca de su primer trabajo. Por otro, los efectos de la reforma laboral, se cambian contratos a tiempo completo por tiempo parcial, por lo que el puesto que antes ocupaba un trabajador ahora hay dos; de los casi 1.400.000 contratos realizados en septiembre solo un 7,60% lo fueron indefinidos; en cuanto a los temporales más de 1.200.000 lo fueron a tiempo parcial.
La evolución de las relaciones laborales se sitúa en un aumento constante de la precariedad que afecta a la vez a los salarios y al nivel adquisitivo de la clase trabajadora. Todo esto es un concepto ideológico neoliberal que con la excusa de la crisis nos están imponiendo al conjunto de la sociedad.
La respuesta a este escenario es la movilización y el objetivo de la misma es la trasformación del actual estado de las cosas. Frente a ello es necesario abordar una reflexión colectiva, del conjunto de las organizaciones políticas y sociales que estamos contra esta situación y esta espiral de paro, pobreza, precariedad, recortes y represión, y esa es, la necesidad de una movilización contundente y sostenida en el tiempo que frene la refundación conservadora e inicie el proceso de cambio del sistema político actual.
Como el Secretario General del PCE planteó en el discurso de la fiesta, “Esa movilización sólo es posible desde la construcción de un bloque social alternativo, capaz de conseguir estos cambios, una democratización del poder político y social, una nueva economía, y una nueva sociedad justa e igualitaria, una Res-pública de mujeres y hombres libres del mal social de la explotación y del dominio. Construir un bloque social y político para la ruptura social y Democrática”.
Centella trazó en su discurso la excepcionalidad del momento y por tanto del discurso del PCE, pero no sólo del discurso. También nuestra acción debe serlo, por lo que los comunistas hacemos un llamamiento a la movilización social, a la búsqueda de la múltiples facetas de la conflictividad social siempre intentando aglutinar a la mayoría social y elevando su nivel de conciencia. Por lo que, frente a las agresiones, desde el Partido hacemos una convocatoria a la rebelión democrática, hacemos un llamamiento a la mayoría social trabajadora para que defienda su derecho a una democracia social, económica y política que haga al pueblo depositario de la soberanía plena.
Y todo ello sobre la base programática de la denuncia de la deuda odiosa y el rechazo a la exigencia de controlar el déficit. Rechazamos el pago de la deuda odiosa como el instrumento de dominio sobre las economías nacionales y romper con la losa de la deuda, la realización de una auditoria y obligar al sector financiero español a cargar con sus propios errores. El PCE se sumará a todas las campañas que contra el pago de esta deuda odiosa se realicen.
Pero, además, el gobierno y los que ostentan el poder económico deben sentir la rabia y la furia de la mayoría social de una forma organizada, hay que trabajar para una gran movilización que les haga sentir que estamos hartos de sus políticas, que no aguantamos más. Hay que coordinarnos en el calendario que se va estableciendo por el conjunto de organizaciones y hacerlo el calendario de todos. Hay que trabajar por la unidad de los movimientos, dentro de las diferencias, para crear una gran fuerza social capaz de mover los cimientos del bipartidismo monárquico y del neoliberalismo miserable e iniciar un proceso constituyente participativo e imparable.
En definitiva, construir el Bloque Social Alternativo mayoritario, porque para la trasformación del sistema necesitamos el sujeto social capaz de hacerlo y mantenerlo.
El gobierno del Partido Popular ha elaborado unos presupuestos que son generadores de paro y que acentúan el sufrimiento de los sectores populares y de los que viven de su trabajo. Un ejemplo entre muchos, las exenciones fiscales aumentan a las empresas y caen para los particulares.
Los presupuestos vuelven a incidir en los gastos para conseguir el objetivo del déficit marcado por Bruselas, déficit desbocado, ya que según los datos que conocemos de los seis primeros meses de este año, no acabará en el 6,2%, como era la previsión del gobierno, sino que lo superará. Son los presupuestos en los que la deuda se sitúa en 100% del PIB, con unos intereses de más de 36.500 millones de euros. Son los presupuestos del aumento de la deuda pública mediante la asunción de la privada de los bancos y del sector privado, en los que no hay partida de devolución de lo prestado a la banca, y sí se conoce que se da por perdida una parte de lo que se entregó para “ayudar” a las entidades en crisis.
Estos presupuestos dan un nuevo hachazo al sector público y a los servicios públicos, mediante el deterioro de los mismos y de la administración pública a través de la congelación salarial de sus trabajadores; el recorte en la tasa de reposición de efectivos por los que sólo uno de cada diez jubilados será sustituido, así como los recortes en los ministerios que afectan a partidas importantes como son la inversión pública que cae a niveles de los años ochenta.
En definitiva, son unos presupuestos generadores de paro, que atacan a los servicios públicos y abundan en los aspectos económicos de antes de la crisis como son el ladrillo y el turismo de baja de calidad, además de complacientes con la troika.
Los datos del paro vienen a corroborar lo que planteamos sobre los presupuestos y es que, por más que se agarren a un clavo ardiendo para argumentar que estamos saliendo de la recesión, lo que estamos es en estancamiento inestable, en palabras de José Antonio García Rubio. La cifra de parados, según el SEF, es de 4.724.355 personas desempleadas, que por más que la campaña de marketing del PP y de sus acólitos digan lo contrario, no ven que nada se mueva a su favor. Otra cosa es en las grandes macro cifras, las de los beneficios de los de siempre.
Los datos del paro nos dejan algunos aspectos a reseñar. Por un lado está el aumento del desempleo en los jóvenes y entre los que terminan sus estudios en busca de su primer trabajo. Por otro, los efectos de la reforma laboral, se cambian contratos a tiempo completo por tiempo parcial, por lo que el puesto que antes ocupaba un trabajador ahora hay dos; de los casi 1.400.000 contratos realizados en septiembre solo un 7,60% lo fueron indefinidos; en cuanto a los temporales más de 1.200.000 lo fueron a tiempo parcial.
La evolución de las relaciones laborales se sitúa en un aumento constante de la precariedad que afecta a la vez a los salarios y al nivel adquisitivo de la clase trabajadora. Todo esto es un concepto ideológico neoliberal que con la excusa de la crisis nos están imponiendo al conjunto de la sociedad.
La respuesta a este escenario es la movilización y el objetivo de la misma es la trasformación del actual estado de las cosas. Frente a ello es necesario abordar una reflexión colectiva, del conjunto de las organizaciones políticas y sociales que estamos contra esta situación y esta espiral de paro, pobreza, precariedad, recortes y represión, y esa es, la necesidad de una movilización contundente y sostenida en el tiempo que frene la refundación conservadora e inicie el proceso de cambio del sistema político actual.
Como el Secretario General del PCE planteó en el discurso de la fiesta, “Esa movilización sólo es posible desde la construcción de un bloque social alternativo, capaz de conseguir estos cambios, una democratización del poder político y social, una nueva economía, y una nueva sociedad justa e igualitaria, una Res-pública de mujeres y hombres libres del mal social de la explotación y del dominio. Construir un bloque social y político para la ruptura social y Democrática”.
Centella trazó en su discurso la excepcionalidad del momento y por tanto del discurso del PCE, pero no sólo del discurso. También nuestra acción debe serlo, por lo que los comunistas hacemos un llamamiento a la movilización social, a la búsqueda de la múltiples facetas de la conflictividad social siempre intentando aglutinar a la mayoría social y elevando su nivel de conciencia. Por lo que, frente a las agresiones, desde el Partido hacemos una convocatoria a la rebelión democrática, hacemos un llamamiento a la mayoría social trabajadora para que defienda su derecho a una democracia social, económica y política que haga al pueblo depositario de la soberanía plena.
Y todo ello sobre la base programática de la denuncia de la deuda odiosa y el rechazo a la exigencia de controlar el déficit. Rechazamos el pago de la deuda odiosa como el instrumento de dominio sobre las economías nacionales y romper con la losa de la deuda, la realización de una auditoria y obligar al sector financiero español a cargar con sus propios errores. El PCE se sumará a todas las campañas que contra el pago de esta deuda odiosa se realicen.
Pero, además, el gobierno y los que ostentan el poder económico deben sentir la rabia y la furia de la mayoría social de una forma organizada, hay que trabajar para una gran movilización que les haga sentir que estamos hartos de sus políticas, que no aguantamos más. Hay que coordinarnos en el calendario que se va estableciendo por el conjunto de organizaciones y hacerlo el calendario de todos. Hay que trabajar por la unidad de los movimientos, dentro de las diferencias, para crear una gran fuerza social capaz de mover los cimientos del bipartidismo monárquico y del neoliberalismo miserable e iniciar un proceso constituyente participativo e imparable.
En definitiva, construir el Bloque Social Alternativo mayoritario, porque para la trasformación del sistema necesitamos el sujeto social capaz de hacerlo y mantenerlo.
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