De mes en mes/noviembre 2016
Mundo Obrero
La pregunta que puede hacerse un ciudadano o una ciudadana en este momento tras la intensa propaganda de los medios de comunicación del sistema es si hay algo nuevo en el horizonte tras los últimos acontecimientos. Y esto es así en la medida que la propaganda oficial del régimen está empeñada en convencernos que hay recuperación y que las cosas son como antes de la crisis. Pero los datos demuestran que esto no es así y, por otro lado, que hay un nuevo gobierno y una nueva situación política que el Partido Popular ha tomado nota. Otra vez los datos demuestran que no es tan de esa forma y que solo es una campaña de los poderes económicos, mediáticos y políticos conservadores para regenerar el régimen bipartidista monárquico.
¿Hay recuperación? En cierto modo sí, pero esa recuperación lo es para los que más tienen y que los datos dicen que se ha agrandado la brecha entre los que más tienen y los que menos tienen, pero para el resto de la sociedad y de la clase trabajadora los salarios han caído durante la crisis, los contratos que se hacen son en precario y sin garantía de un empleo estable, la cobertura de desempleo ha caído y solo el 54% de las personas desempleadas tienen dicha cobertura. La pobreza se sitúa en torno al 30% afectando de forma especial a los jóvenes y a las mujeres que a la vez sufren los efectos de las peores condiciones laborales, se ha instaurado la figura del trabajador pobre porque tener un trabajo no es garantía de salir de la situación de precariedad económica y social, siguen los desahucios y el problema de la vivienda mientras el PP ha entregado las viviendas sociales a precio de saldo a los fondos buitre. El sistema de garantías y protección social no cubre las necesidades de la sociedad mientras que se rescata a los bancos que no devuelven el dinero; a los ayuntamientos se les impide hacer políticas favorables a los ciudadanos mientras se favorece con la deuda a la gran banca, etc. Pero esto que puede parecer, y así nos lo venden los medios, una cuestión fruto de la crisis del capital, es un modelo que tiene como característica la precariedad y el empobrecimiento de la mayoría social para el enriquecimiento de una minoría privilegiada.
¿Hay algo nuevo en la situación política? Más allá de la imagen que se ha querido trasmitir, lo nuevo es la construcción de la gran coalición en “diferido” tras el apoyo del PSOE a la constitución de un nuevo gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy. Además de una traición al electorado es un golpe a la construcción de una alternativa a la derecha en nuestro país. El acuerdo de investidura con Ciudadanos es una profundización en las políticas neoliberales, eso sí, vestidas de regeneración, es una profundización en dar más poder al empresariado español de cultura del paleolítico democrático en este país.
Como ha manifestado el Coordinador Federal de IU, Alberto Garzón, el PSOE y Ciudadanos se verán de forma permanente chantajeados por Rajoy con la amenaza de unas nuevas elecciones, para así aceptar la “quina” de nuevas medidas de recortes que marcarán aquellos que no se presentan a las elecciones, los dictados del IBEX 35.
Con la elección de un presidente de la derecha se ha cerrado el ciclo electoral, se ha garantizado la gobernabilidad, en cierto modo menos cómoda que la legislatura anterior con un parlamento diferente donde en teoría se sientan representantes de programas diferentes y alternativos a los del partido que ostenta el gobierno y está por ver la gestión que de ello se haga. En esta situación, lo nuevo es ganar espacio para la gente, para los y las que sufren los efectos de las políticas neoliberales y depredadoras de las condiciones sociales y que incumplen los derechos humanos. Porque tal y como se expresa en la solemne declaración de los Derechos Humanos “Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión”, en nuestro país hay derechos del ser humano que no se respetan y nos deja a la mayoría social el recurso a la movilización y al conflicto para la defensa de los derechos que son inherentes por el simple derecho de nacer.
Como hemos teorizado en el PCE, para esta fase, solo desde el conflicto, de nuestra implicación del conflicto, desde la defensa del conflicto como herramienta para poner encima de la mesa las contradicciones del capitalismo sumaremos a la construcción de la alternativa a amplias capas de la sociedad que hoy todavía, por muchos y varios motivos, no han despertado del sueño soporífico del neoliberalismo de propaganda y latrocinio que representa el PP y Ciudadanos, y de una socialdemocracia o social-liberalismo, Zapatero dixit, que representa en España el PSOE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario