Mundo Obrero
De mes en mes/diciembre 2014
Antes incluso de que estallara la crisis-trampa, en el PCE e IU se habían
hecho análisis y realizado las correspondientes propuestas para
cambiar, para transformar el modelo de sociedad, todo ello, fruto de la
realidad que tocaba vivir y las líneas en las que el neoliberalismo
cimentaba los tratados europeos y las políticas de los gobiernos del
PSOE y del PP en España.
La ruptura con el pacto constitucional del 78 ya la anunció Julio
Anguita en una fiesta del PCE, cuando era su secretario general,
causando, por cierto, un gran revuelo político y mediático. Izquierda
Unida siempre tuvo clara su posición sobre el Tratado de Maastricht, el
euro y los posteriores tratados apoyados por unos partidos que
representan a las clases más pudientes y a la burguesía. También elaboró
un proyecto de modelo de Estado federal, democrático y solidario
trabajado de forma amplia interna y externamente y del que algún
dirigente vasco llegó a decir que lo apoyaría si no fuera porque él era
independentista. El programa de IU tiene reivindicaciones históricas
fruto de la elaboración colectiva de más de seis lustros. Tenemos muchos
ejemplos. El Plan Energético Alternativo elaborado con Ecologistas en
Acción. La propuesta sobre el tema de las drogas de los programas de los
años 90, para la legalización de la marihuana y venta de las sustancias
en establecimientos farmacéuticos con control médico, rompiendo con el
monopolio de las mafias. La propuesta de las jornada de 35 horas,
trabajar menos para trabajar todos, que consiguió más de un millón de
firmas, sin el apoyo de los sindicatos mayoritarios. Las propuestas de
regeneración democrática con la reforma del Congreso y del Senado, la
elección del Fiscal General por el Congreso. Las propuestas de reforma
de la Constitución en un sentido social y de clase para defender los
derechos de la clase trabajadora. La propuesta económica de Desarrollo
Sostenible de 1996, concepto acuñado en IU, con Salvador Jove a la
cabeza del proyecto. Estas entre otras muchas.
Pero también, más recientemente, el programa económico presentado al
gobierno para la recuperación económica con otro modelo productivo. Las
propuestas contra la corrupción sistémica. La lucha contra los
desahucios que ya iniciara Dolores Ibárruri. El Plan de creación de
empleo que Cayo Lara no se cansa de reivindicar. Los temas de la deuda,
Europa, el euro y elementos de una lucha permanente contra el
bipartidismo. Solo hay que recordar el discurso de las dos orillas.
Cuando desde el PCE e IU se decía que el modelo productivo del ladrillo
iba a traer consecuencias que afectarían de forma grave a la sociedad,
eran muchas las voces que nos llamaban agoreros, incluso muchos de los
que hoy se han sumado al discurso de PCE/IU, lo asumen como propio o lo
visten. Así, el 15M hizo suyas muchas de las propuestas y avanzó un
modelo de democracia participativa más allá de los partidos políticos,
el PSOE las desvirtuó copiándolas, muchos movimientos sociales las
asumieron y las desarrollaron y ahora Podemos las “remoza” pero en
programa no aporta nada que antes no estuviera en los papeles y en las
calles.
Las Marchas de la Dignidad han hechos suyos muchos de los planteamientos
de la izquierda alternativa y transformadora que representan PCE e IU.
Pero también han llegado más allá, avanzando en propuestas como el no
pago de la deuda y la salida del euro, reclamando con ello que los
partidos den un paso más, lleven la imaginación al poder y hagan posible
que estas peticiones sean una realidad, que hoy por hoy son la base de
la losa que tiene la sociedad encima para poder desarrollar otro modelo
de sociedad, otro modelo de país.
IU y el PCE siguen trabajando en la elaboración de propuestas para la
construcción de un nuevo modelo social, democrático y económico, en
definitiva un nuevo modelo de sociedad, una nueva forma de entender la
democracia a la de los poderes económicos y mediáticos que dominan al
poder político existente, yendo al encuentro de las gentes para darles
poder, de los problemas y de sus soluciones, con el objetivo de que los
ciudadanos sean participes de las decisiones que les afectan en su
futuro.
Y en este encuentro hay perfil. IU como proyecto alternativo tiene
perfil y debe acentuarlo. Poner en valor el modelo de movimiento
político y social y el papel preponderante de las Áreas de Elaboración
Colectiva como forma abierta a la participación de la gente. Acentuar el
discurso de reforma democrática, de construcción de la alternativa
desde posiciones de clase y de izquierdas que es una seña de identidad
del proyecto transformador que es IU, desde un enfoque de confrontación
con los poderes fácticos.
Pero si hay algo que es consustancial con el ADN de nuestra formación es
el espíritu republicano. Caminar hacia el proceso constituyente que
deseamos para este país es caminar hacia una constitución republicana
que contemple y desarrolle la declaración Universal de los Derechos
Humanos, la Carta de la Tierra, que desarrolle los derechos de los
ciudadanos para que tengan PAN, TRABAJO, TECHO Y DIGNIDAD.
En el PCE tenemos una propuesta republicana elaborada de forma amplia.
Es el momento de explicarla conjuntamente con las acciones que la JER
está llevando a cabo con la recogida de firmas. IU debe aportar a este
proceso un discurso republicanista, desde el humanismo revolucionario
que llegue a amplios sectores de la sociedad ávidos de una alternativa
creíble y consistente. ¿Y por qué no? Un proceso constituyente que
aborde las próximas elecciones como plebiscitarias para una nueva
constitución. E aquí nuestro propio perfil.
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