Mundo Obrero
De mes en mes/junio 2014
La crisis económica ha derivado en una crisis política y de legitimidad de los que nos gobiernan al dictado de la Troika y de los intereses del Ibex 35. Prueba de ello han sido y son las movilizaciones de protesta y de reivindicación de dignidad para el pueblo. Es en este marco en el que se entiende el desgaste electoral de los dos partidos -PSOE y PP- que apoyaron la reforma del artículo 135 de la C.E. para garantizar el pago de la deuda a las entidades financieras del norte de Europa a costa del empobrecimiento de la mayoría social. Un bipartidismo que ha pactado las grandes reformas en el marco de la crisis y que mantiene un acuerdo práctico con los que ostentan el verdadero poder.
El 25 M ha convulsionado el mapa político español por la caída del bipartidismo por debajo del 50% de apoyo del electorado y por el avance de las opciones de izquierda con cerca del 20%. En esta situación de avance de la izquierda, de crisis del bipartidismo, de deslegitimación del PP y en la crisis que vive el PSOE, es donde se entiende la decisión del momento que llevan planteando desde enero, según dicen. Rubalcaba se quemará a lo bonzo para hacer un último servicio a la “causa” votando el PSOE, con él como secretario general, la ley de sucesión de la corona dejando el camino libre de un marrón de este calibre al que o la que le sustituya en la Secretaría General. Así, dentro de una crisis meten otra, llega el verano y se consolida el nuevo monarca.
Todo ello, también para preparar el camino con la “presión mediática” de meses sobre la ciudadanía con noticias de papel cuche sobre la nueva familia real. En previsión de que en las próximas elecciones municipales les pase como a su abuelo en 1931 con el avance de las candidaturas republicanas en los municipios de España.
“Además de una institución antidemocrática y obsoleta la monarquía es, en nuestro país, el símbolo del régimen del bipartidismo monárquico, el símbolo del bipartidismo al servicio de la oligarquía, de los que están aprovechando el sufrimiento de la gente para mantener sus privilegios”. “Exigimos que sean las ciudadanas y ciudadanos quienes decidamos la forma de Estado. Es necesario un referéndum vinculante”. Invoca el comunicado hecho público por el PCE una vez conocida la noticia de la abdicación del rey. Es el momento de que al pueblo se le dé la palabra. Llevamos mucho tiempo viendo como una élite minoritaria nos roba el presente y el futuro.
Está claro que los poderes políticos, económicos y mediáticos van a hacer todo lo posible para que esto no suceda, pero a la vez está en nosotros, el pueblo, el soberano el conseguir ganar el proceso constituyente republicano frente a este modelo caduco de bipartidismo monárquico. Y es aquí donde el PCE tiene una importante responsabilidad, desde nuestra identidad unitaria, en la construcción de las confluencias para la creación de un bloque político y social alternativo, en que cada cual según su identidad y característica sume en el marco de un acuerdo sobre puntos concretos que solucionen los problemas de la gente y constituyan el germen para la realización del proceso constituyente que nos lleve a la III República. Para este proceso, en el PCE tenemos una propuesta y esa es el ASDA que debemos poner a disposición de las organizaciones políticas y sociales para construir el referente amplio que la sociedad reclama. Esa es nuestra identidad en esta nueva fase tras las elecciones europeas, nuestra voluntad unitaria y nuestro ADN republicano.
A la vez que afrontamos este proceso en una posición clara en el debate de reforma o ruptura. Y nos hemos manifestado por la ruptura con el régimen nacido de la constitución del 78, una constitución incumplida, vapuleada y utilizada para aprisionar al pueblo.
Como es sabido, todas estas etapas de tensión de la organización son test que hacen aflorar las fortalezas y debilidades, nuestro mayor potencial es la militancia y los simpatizantes que una vez más se han batido el cobre para la obtención de los buenos resultados de IU: La Izquierda Plural a pesar de todos los obstáculos a los que nos hemos enfrentado en la campaña.
Procede tras un debate sereno y en perspectiva evaluar el trabajo realizado, modificar actitudes y corregir las debilidades, entre ellas algunas ya señaladas en el informe del comité federal como: La necesidad de fortalecer instrumentos que nos permitan una mayor implicación con los movimientos sociales; afrontar la situación de bloqueo mediático con una política de comunicación más agresiva y audaz; Resolver nuestra debilidad organizativa mediante la búsqueda de fórmulas más participativas de militancia; formas más dinámicas de actividad política y sobre todo fortalecer a las organizaciones de base que haga factible la incorporación de nuevas personas y de los jóvenes en especial; avanzar en una mayor visibilidad de nuestros referentes sociales, políticos, sindicales, feministas y juveniles, reactivando el debate en torno a la necesaria revolución democrática y social, con el compromiso de asumir conclusiones que cambien nuestras formas de hacer política; dar señales claras de que actuamos con coherencia y estrechar la línea entre lo que se dice y se hace; y repensar los instrumentos de elaboración colectiva, las áreas deben ser amplios marcos de debate y acción social y deben tener su centro en el ámbito local y sectorial de base, la participación a nuestro entorno social y político.
Asumimos un reto, como siempre históricamente hemos hecho, pero como decía nuestro querido camarada Marcelino Camacho: “Nunca nos regalaron nada, todo hubo que conquistarlo”. Pues manos a la obra.
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