jueves, abril 15, 2010

Construyendo Republica

Mundo Obrero/ de mes en mes abril de 2010

“la propuesta republicana es como la construcción de una sinfonía, cada nota (cuestión) se cuelga en su momento”
Julio Anguita.


El 9 de abril se cumplirán 33 años de la legalización del Partido Comunista de España, aquel sábado santo rojo en el que los y las comunistas salimos a la calle a proclamar lo que ya era evidente, que “el partido” estaba allí, en la calle, lo que por otra parte ya era conocido por la clase trabajadora y la sociedad. Treinta y dos años de la aprobación de la constitución de 1978 nos sigue aplastando la losa de una ley electoral injusta y echa a medida del bipartidismo, en estos días hemos conocido la decisión de las derecha nacional, del social liberalismo y de las burguesías nacionalistas de ir en contra del dictamen del Consejo de Estado y no realizar la necesaria reforma de la ley electoral.

Ya en el manifiesto del PCE para izquierda aprobado en el 14 congreso de 1995, en la Resolución el 30 aniversario de la legalización del PCE de 2007 y en la Conferencia de Organización del PCE de 2008, pasando por el discurso de la Fiesta del Partido de 1996 realizado por el entonces secretario general Julio Anguita, el PCE ha echo autocrítica del periodo de la transición, pero no nos hemos quedado en el lamento de lo que pudo ser y no fue, miramos al futuro, hemos dado por finiquitado el denominado pacto constitucional por el agotamiento del mismo e incumplimiento por las otras partes y nos situamos en una nueva etapa, en la necesidad imperiosa de la realización de un proceso constituyente para la III REPUBLICA.

Una nueva etapa con características propias desde el PCE, puesto que como dice nuestro secretario General José Luis Centella, “no se puede hacer la construcción de republica contra el PCE, al menos una republica de izquierdas”. No vamos contra la constitución de la que pedimos su reforma de modo trascendente, tenemos claro que el objetivo es contra una monarquía arcaica, obsoleta y garante de los valores del neoliberalismo; no queremos cualquier republica sino una federal y democrática y con los valores de la I y la II republicas aplicados a la situación actual, no queremos una republica de derechas, en breve se pondrá en marcha un periódico digital que en su cabecera llevará la palabra republica, fundado por los periodista Oneto y Pablo Sebastián, prueba de que hoy cuando hablamos de republica nosotros con otras partes de la izquierda y cuando lo hacen desde otros ámbitos ideológicos no estamos pensando en lo mismo.

El 14 de abril del próximo año conmemoraremos el 80 aniversario de la II republica que fue la conjunción de dos hechos, por un lado la victoria de las candidaturas de la izquierda en las elecciones municipales del 36 y la huida del Borbón de España. Un alzamiento fascista y sangriento puso fin al inicio de una importante etapa de prosperidad y modernización de nuestro país.

Tras 79 años un nuevo escenario reclama nuestra prioridad política, la construcción de la III Republica, del Bloque Social Republicano, de la creación de un sentimiento, conciencia, en definitiva de una complicidad social con el ideal republicano democrático, federal y alternativo a las formas de estado y de gobierno neoliberales. En consecuencia, la republica y el proceso constituyente que conducen a ella tienen como referencia su perspectiva como alternativa ética de estado, según se desprende del borrador del documento presentado por Anguita a la recién creada comisión de movimiento republicano del PCE.

La republica no viene, si no que se trae construyéndola para que se quede. Según una encuesta de un diario de tirada nacional Un 60 % no ha tenido la opción de pronunciarse sobre el modelo de estado y de gobierno, y dentro de tres lustros los que votaron la constitución estarán jubilados, lo que demuestra el carácter puntual de una etapa histórica de la monarquía, desfasada y anacrónica en el siglo XXI. Más aun, según los datos del CIS cada año es menor el apoyo a la monarquía de la población española fundamentalmente entre la juventud, para muchos de ellos su primer gobernante fue Felipe González, no conocieron la conexión impuesta del régimen con la corona y se les ha trasmitido una idea bastante “interesada” de la transición, según se estudia en nuestros sistema educativo y se trasmite por los medios de comunicación.

Son los jóvenes de entre 18 y 35 años los que menos puntuación dan a la institución monárquica, siendo mayor el apoyo en los mayores que vivieron la transición. También es verdad que son los jóvenes los que menos valoran las instituciones tradicionales y ciertos modos de hacer política, por eso ante esta situación son bienvenidas iniciativas como la recogida de firmas para la transparencia de cuentas de la casa real, y tienen su rechazo actitudes del estado represor con el de los dos jóvenes de Mostotes, encausados por mostrarse republicanos en una visita de los príncipes.
Una deducción lógica: la juventud reclama otras formas de hacer política, más participación, más interés por los problemas reales, más solidaridad, etc., la III República no existirá si no comenzamos lo que se llamamos un proceso constituyente, donde encajen las inquietudes de los y las jóvenes sobre las instituciones y la política, y que partiendo de la ciudadanía vaya generando el apoyo suficiente entorno al proceso.

Esta propuesta de construcción de la III Republica, debe tener los siguientes ejes, que no los únicos, que contempla el documento que se vio en la reunión de la comisión de Movimiento Republicano del PCE:

La futura Constitución republicana debe pivotar en torno a los contenidos de la solemne Declaración de DDHH de la ONU de 10 de Diciembre de 1948, además debe hacer suyos los tres Pactos que firmados en 1966 y aceptados por España desarrollan esos contenidos. De la misma manera deben incorporarse los Convenios que desarrollan materias como la infancia, el medio ambiente, la igualdad de géneros, el desarme, la paz, los refugiados, las migraciones, las minorías étnicas y culturales, etc.

La Democracia como convenio permanente entre seres libres e iguales para seguir permanentemente conviniendo es de un alcance y de una profundidad que hace posible a la ciudadanía la accesibilidad a la toma de todo tipo de decisiones. Ley Electoral estrictamente proporcional con un Colegio Nacional de Restos y que la circunscripción para las Generales y las Autonómicas será la Comunidad Autónoma. Las campañas electorales tendrán recortes en los gastos y a cambio los medios de comunicación públicos estarán dedicados a ellas con programas específicos

La Constitución de la III República debe abordar con la misma claridad que las I y la II la cuestión de la laicidad del Estado. Y que en su enunciado con claridad lleve la separación total entre El Estado y las distintas iglesias e instituciones de carácter eclesiástico. Acabar con la financiación y las fuentes de la misma mantenidas hasta ahora. Asunción por parte del Estado de la Enseñanza en todos sus grados, especialidades y ramas.

La opción republicana por la Paz, afecta a bastantes áreas no sólo del Gobierno del Estado republicano sino que atraviesa y condiciona todos los aspectos de la base cultural instalada en el imaginario colectivo de la sociedad.

El protagonismo de de la Educación, la Investigación y las virtudes cívicas que deben informar los derechos y deberes ciudadanos así como el funcionamiento de las administraciones públicas: Austeridad, rigor y primacía de lo público.

Un Estado Federal, esta cuestión debe merecer un debate específico ya que estamos ante un problema que ha atravesado los siglos XVII, XVII, XIX, XX y también lo que llevamos del XXI. La propuesta republicana debe tener como base el documento que IU aprobara en su día al cual se debe actualizar desde los principios de: La República reconoce el Derecho de Autodeterminación para los pueblos que componen el Estado Español. Una Ley Orgánica deberá regular las modalidades, modos y condiciones de aplicabilidad del mismo. El Estado Federal que propugnamos es uno; es decir que cimienta su unidad en la voluntad libremente consentida de quienes lo integran y siempre en el marco de la Constitución republicana. Los gobiernos de los Estados o Comunidades, los Ayuntamientos y el Gobierno Federal son todos Estado. No cabe entre ellas una relación bipolar de poder a poder.

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